No es coincidencia que en 2010 el rapero boricua René Pérez, líder de la agrupación Calle 13, haya fijado sus oídos en la cantadora bolivarense Totó la Momposina para grabar a su lado el tema Latinoamérica, propuesta a la que también se sumó la exministra de Cultura del Perú Susana Baca.
Con su voz llena de ancestralidad, esta mujer oriunda de Talaigua Nuevo, Bolívar, logró que el mundo escuchara su propuesta, incluso los más jóvenes, quienes quedaban maravillados al verla en acción.
'Tú no puedes comprar el viento/ tú no puedes comprar el sol/ tú no puedes comprar la lluvia/ tú no puedes comprar calor', se le escucha cantar a Totó en esta icónica canción que luego de 22 años se convirtió en todo un himno para las nuevas generaciones latinas.
En Colombia los jóvenes también han coreado por años varios de sus éxitos, entre ellos: La candela viva, Prende la vela o Aguacero de mayo. De esta manera, el talento de Totó ha estado muy ligada a los jóvenes.
Sin embargo, Sonia Bazanta Vides, su nombre de pila, se despidió de los escenarios este sábado en el Festival Cordillera, cerrando así una memorable carrera de 58 años. La decisión, según explicó su hijo Marco Vinicio Oyaga Bazanta, obedece a que presenta una afasia frontal primaria, síndrome que le impide la comunicación y la lectoescritura. 'Queremos que sea recordada como la grande que es y no exponerla a críticas'.
Este percusionista de 61 años, que funge como director musical de ‘Los Tambores de Totó’, grupo que extenderá el legado de la artista, en diálogo con EL HERALDO, contó que realizarán algunos trabajos con artistas invitados, pero que previo a esto lanzarán dos canciones que la cantadora de 82 años dejó grabada con el sello disquero Real World.
'Se llaman Acompáñala y Échale salsita, ambas provenientes de la tradición popular cubana, esa será la manera de pensionarla dignamente. Todas las regalías que se generen serán para ella'.
Marco es el mayor de tres hijos del hogar que conformó la artista junto al médico Hernando Oyaga. Producto de esa relación también nacieron Angélica María, de 55 años, y Eurídice, de 53. Además tiene nueve nietos.
'Pese a sus nutridos compromisos musicales siempre ha sido una mamá presente, nos enseñó valores y compromisos. Ella nos tenía horarios para lavar la loza, barrer y trapear, es muy estricta. En medio de sus giras nos llamaba o nos escribía cartas, siempre se hacía sentir y tenía una voz de cariño'.
Se valió de tres palabras para definir a su madre: tenacidad, persistencia y honestidad. Además, contó que el mejor consejo que recibió de su parte es 'hacer las cosas de la mejor manera, especialmente en la música, buscando siempre la excelencia'.
Rescató la gaita y la flauta de millo
La escritora y poeta Patricia Iriarte, que acaba de lanzar el libro Totó, nuestra diva descalza, destacó que la importancia del trabajo de esta cantautora reside en el hecho de haber recopilado, recreado y proyectado a nivel nacional e internacional cantos, danzas y versos de la tradición oral, especialmente de las riberas del bajo Magdalena, isla de Mompox y sabana de Bolívar, acompañándolos con instrumentos propios de la región.
'Desde 1969 comenzó a llevar por los escenarios ritmos como el chandé, la cumbia, el bullerengue y el sexteto que hasta entonces solo se escuchaban en las zonas rurales. Trabajó junto a Los Gaiteros de San Jacinto en la recuperación y proyección de la gaita y la flauta de millo'.
Iriarte agrega que es la única artista colombiana que ha logrado consolidar una organización a partir de la música tradicional, consiguiendo así un sitial destacado en el circuito del World Music.
'Su grandeza está en haber llegado a los jóvenes, logrando un balance perfecto entre la tradición y la renovación. Hizo una labor pedagógica, mostrando sonidos cubanos, africanos y colombianos, y eso fue clave para calar en el gusto de los jóvenes'.
Pedro ‘Ramayá’ Beltrán, músico y compositor, oriundo del corregimiento de Patico, Talaigua Nuevo, Bolívar, creció al lado de esta artista.
Libia Vides, madre de Totó y una eterna preocupada por el rescate de la tambora y los bailes cantados, fue quien se la presentó.
'Doña Libia me proyectó mucho por mi talento para tocar la gaita y la flauta de millo y me llevó a tocar junto a su hija. Recuerdo una vez cuando ya estaba enfilado en el Ejército, pedí permiso porque me iba a tocar con Totó, pero finalmente se cayó el viaje, eso fue frustrante. Posteriormente, realizamos muchas presentaciones y conversatorios', contó Ramayá.
Por su parte, el cantante Juan Piña manifestó que tras el retiró de Petrona Martínez y ahora el de Totó, la música folclórica queda huérfana de matronas.
'No asoma una figura femenina que nos represente haciendo folclor a nivel mundial. Tuve la oportunidad de alternar con ella en muchos escenarios internacionales, en Londres o París, donde era muy aclamada y esperada, a la altura de Olga Guillot o la misma Celia Cruz, realmente su retiro es un golpe durísimo'.
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Su norte: la juventud
Julio Adán Hernández, fundador del proyecto comunicativo-educativo ‘Voz Infantil-Hola Juventud’, semillero que mantiene vivo el Carnaval de Barranquilla, se convirtió en amigo de la artista, a quien describe como una sacerdotisa del amor, sentimiento fundamental en nuestra identidad. 'Quienes la conocemos de cerca hemos visto a una mujer que no se jacta de su grandeza, por el contrario, ha escapado de lujosos hoteles para quedarse en casa de sus amigos, porque le encanta el ambiente hogareño y siempre se anima a participar en la elaboración de algún plato típico. Una vez me sorprendió con unos pasteles, todo un lujo'.
El ‘Profe’ Julio Adán agrega: 'Ella siempre tuvo como norte la juventud, porque es consciente de que son la extensión de nuestro patrimonio'.
Además evoca una anécdota que demuestra su compromiso con el semillero. En el Carnaval de 1997 estaba como incógnita disfrutando del desfile del rey Momo por la calle 17 y al encontrársela le dijo que quería trabajar por el Carnaval de los Niños y ese mismo año danzó con el Congo Alegría dirigido por la profesora Esther de Soto, allí cantó muchos versos y fue muy feliz.
'Cada vez que me visitaba anunciaba su llegada cantando: ‘alegría, con coco y anís’, siempre se ha mantenido feliz y optimista ante la vida'.
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El periodista, escritor e investigador cultural Gilberto Marenco Better recordó que Totó conquistó Europa primero que nuestro país, en la década del 80, mostrando su orgullo por sus ancestros y demostrando la fuerza de nuestro folclor, sin dejarse tentar por las modas de sonidos modernos.
'Siempre mostró orgullo y dignidad por su trabajo y llevó a lo más alto a sus músicos, siendo aclamada en los más disimiles escenarios, en Francia, Inglaterra, Alemania, España, Cuba, México. Su acompañamiento a Gabriel García Márquez en la recepción del premio Nobel de Literatura, demuestra la importancia y categoría de su arte en tan solemne evento'.
Agrega que a pesar de sus 82 años, Totó siempre ha tenido una mentalidad juvenil.
'Su conexión con este público se debe a que siempre fue contestataria, podemos decir que ella tiene una presencia ideológica de centro izquierda y está a favor de que los desposeídos y excluidos sean resarcidos de su condición, además nunca rehusó conectarse con organizaciones juveniles para contarles su experiencia como persona y como artista'.
