Autonomía regional: Un cuarto de siglo y continúa a la espera
25 años después de la promulgación de la Carta Magna, el espíritu descentralizador y autónomo que emanó de su seno aún no ha sido materializado, debido al desarrollo legal que vino después de su aprobación.
Era jueves 4 de julio de 1991 cuando en el recinto del Congreso de la República, Álvaro Gómez Hurtado, Antonio Navarro Wolf y Horacio Serpa Uribe, presidentes de la Asamblea Nacional Constituyente, escribían sus firmas en la nueva Carta Magna que regiría el ordenamiento institucional colombiano a partir de ese momento.
Un cuarto de siglo después, la Constitución de 1991 se mantiene viva como un reflejo del ánimo conciliador, de respeto a los derechos humanos y de paz, que surgió como rechazo a una de las décadas más violentas que vivió la historia nacional, la de 1980, que trajo consigo el auge del narcotráfico y de los asesinatos por razones políticas.
No obstante, cumplido un cuarto de siglo de la carta constitucional, uno de sus pilares todavía está en deuda de materializarse por completo: la descentralización y la autonomía regional.
Estas banderas, defendidas vehementemente por un puñado de 12 constituyentes oriundos de la región Caribe, entre los que se destacan el difunto sociólogo Orlando Fals Borda; Juan B. Fernández Renowitzky, actual Director Consejero de EL HERALDO; el exgobernador del Atlántico Carlos Rodado y el actual mandatario departamental, Eduardo Verano, se han visto truncadas por el desarrollo legislativo que le siguió a la Constitución, así como por reformas que frenaron el aumento progresivo en la participación de los municipios y departamentos de los recursos corrientes del Estado.
De acuerdo con Rodado, quien integró la Comisión Económica de la constituyente, el objetivo era que en un corto tiempo, entre cinco y ocho años de entrar en vigor la carta magna, las asignaciones presupuestales de los municipios y departamentos alcanzaran en su conjunto el 50% de los ingresos corrientes de la Nación.
“Algunos constituyentes pensábamos y seguimos pensando que la autonomía sin recursos en unas ficción, una frase que pronunció Rafael Núñez hace más de 100 años y que sigue siendo válida”, dice Rodado.
Y agrega: “Desafortunadamente después se produjo un retroceso a través de dos reformas constitucionales, las reformas a las llamadas transferencias”.
Se refiere a las reformas de 2001, impulsada por el entonces ministro de Hacienda y hoy presidente, Juan Manuel Santos, que bajo el argumento de atajar el déficit fiscal de la Nación desligó la asignación de recursos a los entes territoriales de los ingresos corrientes de la Nación. Y a la impulsada por el gobierno del expresidente y hoy senador, Álvaro Uribe en 2007, que impidió el regreso a la fórmula planteada por la Constitución del 91. Esta reforma debe ser revisada este año, algo que el Verano viene advirtiendo desde que inició su mandato.
Pero no solo los costeños ven a la descentralización como el gran pendiente de la Constitución. Un posición similar tiene el pastuso Antonio Navarro Wolf, quien afirma que una de las reformas “malas” a la Constitución fueron las que “frenaron la descentralización”.
“En el presupuesto de 2016 había $48 billones para inversiones manejadas por el Gobierno Nacional y solamente 30 billones para inversiones transferidas para las entidades territoriales, cuanto la idea era que llegara ha haber un porcentaje mayor de dinero transferido a las entidades territoriales, que las que manejara libremente desde Bogotá el Gobierno Nacional”, dice Navarro.
La Autonomía Regional
Para el gobernador Verano “el gran pendiente de la Constitución es sin duda la autonomía regional”.
“En la Constitución se permite la concepción de las autonomías territoriales como modalidad, como forma de Estado, y realmente la fuerzas centralistas no lo han permitido. Por el contrario, promovieron una Ley Orgánica de Ordenamiento Territorial (Loot), que coarta la posibilidad de llegar a la construcción de regiones como una de las decisiones más importantes”.
Verano recuerda que tuvieron que pasar 20 años para que se promulgara una Loot, la cual fue expedida en 2011 por Santos. En ese momento los gobernadores del Caribe, encabezados por Verano, quien cumplía su primer periodo al frente del Atlántico, presentaron una propuesta de Loot al gobierno central que no fue tenido en cuenta.
“Yo diría que la reglamentaciones que se debían hacer a través de leyes lo que hicieron fue emascular todo el verdadero sentido y espíritu de la Constitución del 91, de tal manera que en gran medida la descentralización y la autonomía regional están aplazadas, todavía sigue siendo una aspiración legítima del caribe colombiano”, dice por su parte Rodado, quien recuerda cómo los constituyentes costeños actuaron de manera “concertada” para defender los temas de región en la asamblea.
“Lo hicimos en dos pasos. Primero, que existiera la Región Administrativa de Planificación (RAP) y de inmediato esa región hiciera todos los trámites que la propia constitución establecía para erigirse como una Región como Entidad Territorial (RET)”, afirma.
Constituyentes
Liberales: Horacio Serpa, Gustavo Zafra, Jaime Benítez, Iván Marulanda, Guillermo Plazas, Jaime Arias, Guillermo Perry, Jaime Castro, Carlos Lemos, Diego Uribe, Antonio Galán, Helena Herrán, Alfonso Palacio, Fernando Giraldo, Armando Holguín, Carlos Holmes Trujillo.
ADM-19: Carlos Ossa , Álvaro Leyva, Rosemberg Pabón, José Velasco, María Carranza, María Garcés, Fabio Villa, Angelino Garzón, Otty Patiño, Óscar Hoyos, Germán Toro, Augusto Ramírez, Abel Rodríguez, Germán Rojas, Álvaro Echeverry, Francisco Maturana, Marcos Chalita
MSN: Álvaro Gómez, Carlos Lleras, Tulio Cuevas, Alberto Zalamea, Cornelio Reyes, Rafael Molina, Luis Nieto, Álvaro Cala, Juan Esguerra.
Conservadores: Misael Pastrana, Augusto Ramírez, Miguel Yepes, Mariano Ospina, Hernando Yepes, Rodrigo Llorente, Juan Gómez, Hernando Londoño, Rodrigo Lloreda, Miguel Santamaría.
Unión Cristiana: Jaime Ortiz, Arturo Mejía.
AICO: Lorenzo Muelas.
ONIC: Francisco Rojas.
UP: Alfredo Vázquez, Aída Avella.
