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El debate sobre la sostenibilidad económica en Colombia volvió a tomar fuerza tras las declaraciones del expresidente Álvaro Uribe Vélez sobre el incremento del salario mínimo que entrará en vigor en 2026. Según los cálculos, la remuneración básica alcanzará $1.746.880, que sumado al auxilio de transporte podría llegar a los $2.000.000.

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Aunque el exmandatario se manifestó a favor de mejorar los ingresos de los trabajadores, advirtió que el ajuste, sumado a las actuales cargas fiscales y la situación económica del país, podría afectar la inversión privada y la generación de empleo.

En su red social X, Uribe recalcó la necesidad de un equilibrio entre el bienestar social y la rentabilidad empresarial, y cuestionó que el aumento se produzca en un contexto de alto endeudamiento público y corrupción.

“Se repite que es mejor un peso en remuneración al trabajador o en inversión empresarial que pagado en impuestos, con el agravante de un gobierno corrupto que amenaza quebrar el fisco nacional”.

Asimismo, Uribe advirtió que la política económica actual está provocando un descenso en la inversión privada y un incremento de la informalidad laboral, que ya supera el 55 %. Esto, dijo, podría traducirse en dificultades para mantener las nóminas de las empresas, pérdida de empleos y menor incentivo para contratar nuevos trabajadores.

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Entre los puntos que más le preocupan están:

  • La posibilidad de que quienes ganan más del mínimo vean afectados sus ingresos reales.
  • El aumento en los costos de salud y medicamentos, que recaerían directamente sobre los ciudadanos.
  • La salida anual de más de 80.000 jóvenes del país por la falta de oportunidades laborales estables.
  • La presión inflacionaria que podría absorber el beneficio del aumento salarial.
  • La escasez de vacantes en el sector privado debido a las cargas tributarias y recargos laborales.

Por otro lado, el exmandatario comparó la situación de Colombia con otros países de la región, señalando que los recargos nocturnos y festivos en el país están entre los más altos, lo que impacta la competitividad de las empresas.

Finalmente, según Uribe, la solución no está solo en elevar el salario por decreto, sino en disminuir el tamaño del Estado, eliminar el derroche y reducir impuestos a quienes generan empleo. También manifestó su preocupación por el manejo de las reservas pensionales acumuladas en los últimos 30 años, advirtiendo que podrían usarse para gastos corrientes en lugar de garantizar la jubilación de los colombianos.

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