El Heraldo
Las autoridades le hallaron a Vega la factura de la compra del ácido sulfúrico, con fecha de diciembre pasado. Johnny Hoyos
Colombia

Jonathan Vega planeó su ataque con ácido desde diciembre pasado

Por 10 mil pesos compró el líquido con el que atacó a Natalia Ponce. Investigadores tratarán de establecer si en realidad el agresor suele presentar comportamientos esquizofrénicos.

Fue una audiencia dilatada, tensa y muy larga la que se llevó a cabo ante la jueza 34 con funciones de control de garantías. Doce horas durante las que, a pesar de la batalla jurídica de su defensora de oficio porque se revocara la medida.

 

Finalmente se legalizó la captura de Jonathan Vega Chávez y se le imputaron cargos por el delito de homicidio agravado en modalidad de tentativa, cargo que Vega Chávez no aceptó, a pesar de que ya ha reconocido ser la persona  que atacó con ácido sulfúrico a Natalia Ponce de León el pasado 27 de marzo.

La directora de la audiencia determinó al final enviar a la cárcel La Picota de Bogotá al indiciado, por considerar que este representa un peligro para la sociedad, la víctima y sus familiares.

Lo extenso de la diligencia permitió que se revelaran una serie de aspectos relacionados con el imputado y su captura producida al caer la tarde del pasado viernes, en el barrio El Batán, en el norte de Bogotá.

Mediante la exposición de sus argumentos para imputar cargos, el fiscal asignado afirmó que  Vega Chávez obró con “sevicia, salvajismo e indolencia”.

Leyó también un dictamen de Medicina Legal en el que se da a conocer  que el imputado les informó a los médicos forenses ser consumidor de heroína, aunque hacía dos meses que no lo hacía, y que además suele presentar episodios de esquizofrenia, enfermedad por la que había sido hospitalizado varias veces durante los últimos tres años.

De acuerdo con una factura que fue hallada por las autoridades, Jonathan Vega compró desde diciembre pasado, por un poco más de diez mil pesos, el ácido sulfúrico con el que también se causó lesiones en las manos al momento de la agresión.

La Fiscalía cuenta con videos  de cámaras de seguridad que evidencian el recorrido que el agresor hizo caminando el día de los hechos, desde su residencia en El Batán hasta el barrio Santa Bárbara, donde se encontraba Natalia.

Como es sabido, ese día Vega Chávez llegó a la recepción del edificio ubicado en la carrera 23 con calle 122 donde se presentó como el exnovio de la joven.

Lo que se conoció en la audiencia, es que el nombre utilizado por Vega fue el de Bernardo Cardona Escobar, efectivamente un exnovio de Natalia, hoy ya casado, y a quien la Fiscalía entrevistó apenas se  iniciaron las investigaciones.

Durante la entrevista con los funcionarios del ente acusador, Cardona les dijo que conocía a Vega Chávez desde el año 2000, que este utilizaba un nombre falso en la red social Facebook (Mario Giacometo) y que Natalia le había manifestado varias veces su temor de salir a la calle ante el acecho del que era presa.

En la audiencia también trascendió que Natalia y Jonathan fueron vecinos hace muchos años, pero que nunca tuvieron algún tipo de amistad, detalle que se suma a los hechos que los investigadores deben iniciar a resolver en este  caso por el que la defensa de la víctima, representada en el abogado Abelardo De la Espriella, ha pedido que se aplique el máximo castigo contemplado en el Código de Procedimiento Penal, 30 años de prisión.

De la Espriella, que previamente al inicio de la diligencia manifestó que “ojalá Vega no se allanara a los cargos para que no se viera beneficiado con rebaja de penas”, indicó al término de la misma que “le parecía una estupidez” que Vega Chávez no se hubiera declarado culpable.

El abogado cordobés fue protagonista de la diligencia, entre otras cosas, como quiera que el ya imputado le gritara algunos improperios en respuesta a presuntos gestos desafiantes cometidos por el jurista.

Fue una jornada tirante a la que momentáneamente asistió el general Rodolfo Palomino, director de la Policía Nacional, preciso cuando la abogada de oficio Alma Rocío Nariño, tildaba de  ilegal la captura e indicaba que el  proceso iniciaba “viciado de nulidad”.

“Creo que no hay ser humano que no repudie con firmeza el ataque del que fue víctima Natalia”, manifestó el general en respuesta a la que consideraba maniobra dilatoria por parte de la abogada.

Siguen los ataques con ácido en Bogotá

Otra mujer, identificada como Inés Carrillo, 47 años, fue atacada ayer con ácido por un hombre en la localidad de Bosa, sur de Bogotá.

El reporte médico indica que la mujer tiene quemaduras en casi el 60 por ciento de su cuerpo, lo que supone el tercer caso de violencia de este tipo en diez días.

Tras conocer la nueva agresión la Policía Nacional ofreció una recompensa de hasta 75 millones de pesos, por información que conduzca al responsable de este hecho, que ha conmocionado a los colombianos.

El director de la Policía, general Rodolfo Palomino, anunció a través de su cuenta de Twitter que a este caso se le va a dar la misma importancia que al de Natalia Ponce de León.

Según sus familiares, Inés Carrillo fue atacada por un desconocido que se le acercó mientras caminaba por el barrio.

La mujer logró evitar que el ácido le quemara su rostro. EFE

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