La cadena de comida rápida McDonald’s Japón lanzó el pasado viernes una campaña especial que ofrecía cartas de Pokémon de edición limitada.
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Estas las daban junto con la compra de menús infantiles Happy Meal o Cajita feliz, pero la iniciativa derivó en largas filas, quejas masivas y acusaciones de desperdicio de comida.
En Japón, estas cartas son un objeto de colección muy codiciado, no solo por niños, sino también por adultos. Sin embargo, la alta demanda llevó a que algunos clientes adquirieran grandes cantidades de menús únicamente para revender las cartas a precios elevados en plataformas de comercio electrónico.
Por eso, en redes sociales, usuarios denunciaron no solo la dificultad para conseguir los Happy Meals, sino también la aparición de imágenes, no verificadas, de bolsas llenas de hamburguesas y papas fritas sin consumir.
Este no es el primer problema de este tipo que enfrenta McDonald’s en Japón. En anteriores campañas, como las colaboraciones con el manga Chiikawa, también se registraron compras masivas y reventas. En esta ocasión, la empresa había limitado la compra a cinco menús por persona, pero la medida resultó insuficiente.

Asimismo, McDonald’s anunció que endurecerá sus restricciones en futuras promociones y advirtió que negará la venta a clientes que intenten superar los límites, hagan múltiples filas o intimiden al personal.
“Cualquier intento de compra que supere el límite permitido, de hacer la fila varias veces o de comportarse de forma intimidatoria con nuestro personal resultará en la negativa de venta”, dijo la empresa.