La tranquilidad del corregimiento de Pueblito de Los Andes, en la zona rural de Santa Ana (Magdalena), se vio interrumpida la tarde del lunes 15 de septiembre por un ataque armado que acabó con la vida de Brandon Gil, comerciante y ganadero conocido en la región como ‘El Paca’.
Le puede interesar: Capturan a cabecilla financiero del Clan del Golfo en Planeta Rica, Córdoba
Hombres armados irrumpieron en su finca y, sin pronunciar palabra, abrieron fuego contra él. Gil murió en el lugar, sin posibilidad de recibir ayuda, debido a la gravedad de las heridas.
En la escena, los atacantes dejaron un cartel sobre el cuerpo de la víctima con la frase: “por sapo, cuatrero y informante”. Este mensaje es ahora una de las principales pistas que investigan la Policía del Magdalena y el CTI de la Fiscalía, entidades que realizaron la inspección técnica y recolectaron pruebas en la zona.
Quién era Brandon Gil
Brandon Gil residía en el barrio Pastrana, en el municipio de Magangué (Bolívar). Se desempeñaba como comerciante y ganadero, lo que lo hacía conocido en la región.
Vea aquí: Mototaxista fue asesinado en la vía La Paz- Valledupar
Su muerte ha generado rechazo entre habitantes y líderes comunitarios, quienes pidieron a las autoridades reforzar las medidas de seguridad frente al aumento de hechos violentos en áreas rurales del Magdalena y de Bolívar.
Las autoridades no descartan ninguna hipótesis sobre el móvil del asesinato. Entre las líneas de investigación se encuentran posibles disputas por territorio y retaliaciones criminales en la zona.
Las autoridades investigan el asesinato del comerciante en Magdalena
El comando de Policía del Magdalena aseguró que continuará con las labores de inteligencia para identificar a los responsables materiales e intelectuales de este homicidio. La Fiscalía, por su parte, asumió la investigación con el fin de esclarecer los hechos.
Lea también: Embarazos en adolescentes se han reducido un 16 % en Valledupar
El asesinato de ‘El Paca’ ocurre en medio de un contexto de gran inseguridad en el Caribe colombiano, donde la violencia rural ha venido en aumento. En municipios como Santa Ana y sus corregimientos, los habitantes han denunciado en reiteradas ocasiones la presencia de actores armados ilegales y las amenazas contra ganaderos y comerciantes.
La comunidad insiste en la necesidad de mayor presencia institucional para frenar los crímenes que afectan la vida cotidiana y el desarrollo económico de la región.