El 6 de julio del 2020, Tasajera, corregimiento de Puebloviejo, Magdalena, dejó de ser el mismo.
El espectro de la muerte apareció para sumarse a la miseria por el abandono estatal que siempre los ha acompañado.
Entre las 8:10 y 8:30 de la mañana un camión cargado de combustible ardió en llamas, y 45 hijos de esa comarca de pescadores murieron en el sitio o días después a causa del siniestro, ocurrido en el kilómetro 47 de la vía a Barranquilla. Otros 19 resultaron heridos y sobrevivieron.
El fuego brotó cuando un centenar de personas saqueaban el combustible, y una chispa hizo contacto con la batería del vehículo.
Tras este hecho el Estado prometió ayudas a las víctimas, pero fue poco lo que cumplió, según las familias.
'El olvido ha sido tan doloroso como la misma tragedia', sentencian.
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Las heridas de José de Jesús
Después de pasar un mes en una clínica de Barranquilla con graves quemaduras, José de Jesús Ibáñez Cahuana estuvo a punto de darse por vencido, pero un premonitorio sueño le dio la fuerza que necesitaba para luchar por su recuperación.
La mañana del 6 de julio, día del siniestro, el joven de 22 años estaba en el mercado de pescados preocupado por las bajas ventas debido a la covid-19.
Por eso al enterarse del volcamiento del camión cisterna creyó que podría proveerse del combustible que transportaba el vehículo y ganarse unos pesos.
'Yo estaba a unos 10 centímetros del camión con mi lata, y cuando abren la llave para llenarla de gasolina el carro se convirtió en una bola de candela', recuerda.
Explicó que las llamas arroparon primero a su amigo James Carbonó, quien instintivamente lo abrazó.
'Sentí el ardor de la candela en todo el cuerpo, pero mi camiseta, que tenía impresa la frase ‘Conversa con Dios’, no se quemó', agregó.
Ibáñez se arrojó en un charco de la Ciénaga Grande. Enseguida fue auxiliado y llevado con quemaduras de tercer y cuarto grado al Hospital San Cristóbal de Ciénaga. De allí lo remitieron a la Clínica Bahía, en Santa Marta, y luego a la Clínica Reina Catalina, en Barranquilla.
Le hicieron injertos de piel en brazos, piernas y orejas. Su convalecencia duró dos meses. 'Fueron momentos muy duros, no quería vivir más', dijo
Aseguró que un día le dieron un calmante y comenzó a ver en sueños a sus compañeros muertos que lo llamaban diciéndole que se rindiera.
'En ese momento un hombre vestido de blanco apareció y me dijo: mijo, no decaiga que usted va a vivir, y eso me llenó de fuerzas'.
El dolor de Rebeca
Por varios meses Rebeca Maldonado Mejía gritó su pena al viento en busca de una respuesta a su sufrimiento, y desahogar un dolor que le parecía eterno. Hoy ese desconsuelo lo sususurra al cielo, pues considera que el silencio es su mejor intérprete.
La muerte de su hijo Juan Carlos Robles le dio un giro inesperado a su vida. De la mujer vigorosa y alegre que llevaba a Barranquilla cantidades de lisas para comercializar queda poco. Confiesa que está destrozada y que el mundo para ella se resquebrajó.
'¡Todo ha cambiado, me siento sola, mi hijo me hace mucha falta!', exclama sollozante. Aún se pregunta por qué Juan Carlos fue al sitio de la tragedia, si –según cuentan sus amigos – había dicho que no iba porque tenía que llevar el desayuno a su casa.
En el momento del accidente del cisterna permanecía en ‘El Túnel’, punto referencial de Tasajera.
'Me dicen que un amigo lo convenció para ir al lugar, y que apenas llegaba cuando el vehículo se incendió sin darle chance de nada', comentó.
Pero si la muerte de Juan Carlos llenó de desesperanza a Rebeca, la falta de apoyo oficial acrecentó este sentimiento.
Relató que ofrecieron cosas que al final no se dieron, entre otras cosas capacitación y apoyo económico.
'La Gobernación del Magdalena nos entregó arroz en mal estado'. La Alcaldía de Puebloviejo y la Cruz Roja también regalaron mercados, 'pero no los suficientes'. Manifestó que la ayuda material vino de donde menos lo esperaba.
'Unos gringos que llegaron a la casa invitados por una pastora religiosa arreglaron el techo con láminas de eternit. También me dieron plata', precisó.
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Frustración de Yaneth
La vida de Yaneth Robles Orozco también cambió, dos de sus hijos resultaron afectados en la tragedia. César Robles, el mayor, murió, y Manuel Peña Robles resultó herido.
La mujer recordó cómo vivió ese momento y porqué sus muchachos fueron víctimas del siniestro.
Dijo que ellos habían estado tomando licor en su casa. César se marchó ebrio, y Manuel Julián salió a buscarlo en su moto.
Se dirigió al sitio del accidente, pues le informaron que hacia allá se había dirigido su hermano.
Cuando llegó al lugar César ya habia sido alcanzado por el fuego, y en el intento de socorrerlo Manuel lo abrazó y empujó hacia un charco en el que le apagó las llamas.
Lógicamente él también sufrió quemaduras.
Desesperado César le decia: 'No me dejes morir'.
Los hermanos fueron llevados a la Policlínica de Ciénaga, y remitidos al día siguiente a Bogotá.
Infortunadamente César murió el 10 de julio, cuatro días después del siniestro. Dejó tres niños huérfanos. Un mes después Manuel fue dado de alta.
Manuel, pese a que aún las secuelas de las quemaduras le causan molestias, es el sostén de la casa con la venta de pescado.
Por eso al ver el padecimiento de su hijo para conseguir el recurso que le permita sobrevivir, Yaneth siente una tremenda frustración porque las instituciones se olvidaron e incumplieron sus compromisos.
{"titulo":"Identifican y trasladan a los primeros siete fallecidos de Tasajera","enlace":"https://www.elheraldo.co/judicial/identifican-y-trasladan-los-primeros-siete-fallecidos-de-tasajera-743651"}
Con el corazón roto
Mercedes Mendoza se aferra al recuerdo de James Alberto Carbonó para fortalecerse y seguir adelante con su vida, pero confiesa que son más los momentos de debilidad y de desesperanzas que tiene. 'Era mi único hijo, era la luz de mis ojos', sostiene.
Transcurrido casi un año de su muerte, sus lágrimas no se han secado, y dice que a diario lo llora, porque para ella lo que ocurrió 'es como si hubiera sido ayer'.
Hoy, en medio de remembranzas, lo que más vigente tiene es la petición que le hizo un día antes del accidente:
'Mami, regálame $100 mil para comprar unas láminas de zinc que necesito para la casita'. Mercedes se había comprometido a dárselos el martes siguiente.
El día del siniestro (6 de julio) James estaba en las canoas del mercado contando pescado, cuando llegó un amigo a avisarle que más allá del peaje se había accidentado un carro cargado con gasolina.
Estaba con un tío que al verlo correr lo llamó y le dijo: 'No vayas, pero no lo escuchó y siguió raudo su carrera hacia la muerte', relató.
Para Mercedes Mendoza, las ayudas que ofrecieron se quedaron en promesas. 'Nos dijeron que íbamos a recibir apoyo económico, capacitación, vivienda y arreglo de las calles del barrio', y nada ocurrió.
Particularmente le pidió al alcalde de Puebloviejo, Fabián Obispo, ayuda para 'mejorar el rancho y para la bóveda de James'.
Al gobernador del Magdalena, Carlos Caicedo,le solicitó una oportunidad laboral para Angie, la esposa de su hijo.
'Se olvidaron de nuestros hijos y solo quedamos las madres con el dolor en el corazón', puntualizó.
{"titulo":"La tragedia de Tasajera y el paso de Iota, el balance regional de este 2020","enlace":"https://www.elheraldo.co/region-caribe/la-tragedia-de-tasajera-y-el-paso-de-iota-el-balance-regional-de-este-2020-782624"}
La lista de las 45 personas fallecidas en el accidente
La siguiente es la lista de las 45 personas fallecidas en el fatídico accidente de Tasajera. Algunos fueron remitidos a otras ciudades:
En el sitio murieron: Raúl Enrique Cantillo Cabello (23), Heider José Carranza Ariza (24), Eduar Rafael González (25), Jorge Luis Guerrero Viloria, Raúl Marín Herrera (38), Anci Raúl Ortiz Núñez, Juan Carlos Robles Maldonado (39).
En Atlántico: Pedro Luis Torres Ariza (22), Junior Álvarez Orozco (16), James Alberto Carbonó Mendoza (21), José Enrique Castillo Mejía (19), José Luis Castillo Sánchez (29), Adalberto Díaz Ortiz (23), Gilberto Fernández Mejía (42), José Domingo Gómez Manga (21), Juan Carlos Guerrero Viloria (33), Galdino José Gutiérrez Gómez (44), Luis Gonzaga Gutiérrez González (25), Kenis Dario Gutiérrez Guerrero (26), Keiner Smith López Viloria (17), Joiner Maldonado Franco (20), Luis Manuel Marín Díaz (17), Keivis José Samper Ayala (23), Belisario Samper Miranda (25), Pedro Luis Torres Ariza (22) .
En Bogotá: Jesús Joaquín Guerrero Viloria (22), César Robles Orozco (35), Nelson Zabala Montoya (32).
En Santa Marta: Álvaro Antonio Ariza Robles (21), Carlos Ariza Robles (18), Carlos Andrés Camargo (22), Deivis Andrés Carranza Ariza (23), Adolfo León Carranza (19), Gustavo Torres Maldonado (23), Carlos Manuel Ortiz Barcelo (37), Wilmer Antonio Pardo Ayala (41).
En Valledupar: Deibis José Ayala Niebles (24), Carlos Manuel Barceló Moreno (14), Jaime de Jesús Carrillo Escalante (25), Leonard de Jesús Castro López (18), Luis Fernando Guzmán Sánchez (23), Jesús David Núñez Rodríguez (21), Johan Anyelo Pérez (17), Deiner Alberto Samper Miranda (38), Osnaider Álvarez Álvarez (26).
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