
Una pelea entre pandillas a las afueras de un colegio es una situación inaceptable, pero que los pandilleros ingresen a la institución para intentar atacar a los estudiantes, es aún más grave.
Un caso como este último se registró el miércoles 15 de agosto en la Institución Educativa Jorge Enrique Robledo, situada a un costado de la Circunvalar, en la carrera 15 Sur No. 74-170, barrio 7 de Abril.
Todo se originó porque un estudiante del grado 11 salió sin permiso del plantel hacía su casa, y en el camino se encontró con miembros de la pandilla Los Tasmania, que lo persiguieron. Por fortuna el joven logró refugiarse en su hogar antes de que lo agredieran.
“El estudiante regresó nuevamente al colegio, pero vino armado con un machete, y cuando vio a los pandilleros que los persiguieron intentó agredirlos”, relató Ricardo Laurens García, coordinador del colegio.
En el intento del estudiante de agredir a sus oponentes, fue sorprendido por más miembros de la pandilla. Al verse en inferioridad numérica no tuvo otra opción que retroceder antes de que lo atacaran. “Dos compañeros del joven que está en la disputa, al ver la situación se salen del colegio para ayudar a su amigo, y en ese momento se inicia la trifulca entre los dos bandos”, recordó el docente.
El estudiante con el que se generó la disputa no solo regresó de su casa armado con un machete, también vino acompañado de unos primos que tienen rencillas con los Tasmania.
En medio de la pelea otro estudiante se salió del colegio, pero esta vez para traer a los otros dos compañeros que habían salido a defender a su amigo.
“En el enfrentamiento un integrante de Los Tasmania fue apuñalado por el bando opuesto, luego llegó la Policía y calmó la situación. (...) Lo que se vivió ese día y lo que estamos padeciendo después de eso es sumamente preocupante”, manifestó alarmado Laurens García.
Volvieron al otro día para vengarse
No contentos con lo que había pasado, tres miembros de Los Tasmania regresaron al día siguiente (16 de agosto), para atacar a los dos estudiantes que se habían metido a defender a su compañero. Lo preocupante es que esta vez los pandilleros se atrevieron a ingresar al colegio.
“Estando dentro de la institución uno de los pandilleros sacó un cuchillo y cuando se acercaba a atacar al alumno otro estudiante se percató de lo que estaba sucediendo, y con el bolso impidió la tragedia. Ahí nuevamente se generó otra disputa, afortunadamente, sin heridos”, explicó el coordinador del colegio.
Los pandilleros lograron huir, pero en la escapada amenazaron de muerte a los estudiantes por los que iban y a los que los neutralizaron. En total son cinco los jóvenes que han dejado de asistir al
colegio por temor a represalias de estos delincuentes. El estudiante por el que se generó la disputa se le canceló la matricula, mientras que a los amenazados se les autorizó terminar su año escolar desde su casa.
“No podemos correr el riesgo que estos pandilleros vuelvan por ellos y les vayan a hacer un daño dentro del colegio”, concluyó el coordinador Laurens, quien a la vez recordó que el centro educativo necesita más seguridad, puesto que los muros que lo rodean no son de gran de altura y cualquier persona ingresa fácilmente.
Más seguridad
La situación ya fue denunciada ante la Secretaría de Educación. Precisamente ayer llegó una comisión a investigar lo sucedido. Mientra se soluciona el problema la Policía hace rondas diarias.
Por Harvey Jiménez