Un nuevo acto de violencia enluta al departamento de La Guajira desde la madrugada de este viernes, cuando un carro bomba explotó en Alto Pino, ubicado en la vía que conecta Riohacha con Maicao, dejando a la mujer encargada del cobro del peaje y al vigilante como fallecidos, así como varios afectados.
Al respecto, la Cámara Colombiana de la Infraestructura Seccional Norte, expresó su rechazo categórico a este tipo de actos violentos a través de un comunicado oficial compartido.
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“Desde la Cámara Colombiana de la Infraestructura – Seccional Norte rechazamos categóricamente el atentado perpetrado en la madrugada de hoy mediante un carro bomba en el peaje Alto Pino”, manifestó el gremio en su pronunciamiento.
La organización señaló que este “lamentable hecho cobró la vida de dos personas y ha generado un profundo sentimiento de indignación y dolor en la región y en el país”, destacando la gravedad de la situación de seguridad en las carreteras nacionales.
El gremio de la infraestructura hizo un llamado directo al Ministerio de Defensa para que implemente medidas más efectivas de seguridad vial. “Hacemos un llamado urgente al Ministerio de Defensa para que fortalezca las acciones de prevención y control en las vías nacionales, con estrategias efectivas que prioricen la seguridad de todos los usuarios”, indicó la Cámara en su comunicado.
Asimismo, la organización instó a la Fiscalía General de la Nación a acelerar las investigaciones para dar con los responsables del atentado. “Instamos a la Fiscalía General de la Nación a actuar con determinación para esclarecer estos hechos y llevar a los responsables ante la justicia”, añadió el pronunciamiento.
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La Cámara Colombiana de la Infraestructura expresó su preocupación por lo que considera una normalización de la violencia en las carreteras del país. “Colombia no puede seguir tolerando que la violencia se normalice en nuestras carreteras, poniendo en constante peligro a quienes las recorren y trabajan en ellas”, advirtió la organización.
El gremio enfatizó que “cada atentado es una amenaza a la vida, una ruptura de la confianza ciudadana y un obstáculo para el bienestar y el desarrollo de nuestras regiones”.
El comunicado concluyó con un mensaje sobre la necesidad de recuperar la seguridad en las vías nacionales: “La paz no puede seguir siendo una promesa aplazada. Recuperemos nuestras vías, protejamos la vida”.
