Artistas de Broadway protestan contra Trump
Los manifestantes, encabezados por estrellas del cine como Rosie O’Donnell, completaron tres semanas frente a la Casa Blanca.
Entonado canciones patrióticas como America the Beautiful junto a las letras que componían la palabra “traición” frente a la Casa Blanca, varias estrellas de Broadway levantaron su voz ayer en una protesta contra la presidencia de Donald Trump.
La actriz, comediante y personalidad televisiva Rosie O’Donnell, que ha tenido una pelea de una década con Trump, se unió a unos 30 cantantes y músicos para presentar versiones de Stage Staples incluyendo Everybody Rejoice, The Wiz, y canciones de Les Miserables, entre otras producciones.
Los oponentes al actual gobierno estadounidense se reunieron durante más de tres semanas consecutivas a las puertas de la residencia presidencial para celebrar ruidosas manifestaciones nocturnas.
“Estamos muy contentos de finalmente estar aquí en el anexo del Kremlin en la noche número 22 de movilizaciones”, dijo O’Donnell a la multitud, que respondió con un grito de alegría.
“El mensaje para la gente es usar su voz, enfrentarse a la traición y detener al fascismo antes de que tome el control de Estados Unidos (...) Hagamos saber al presidente en términos inequívocos que estamos vivos y nos despertamos. ¡No nos vamos a ir!”, expresó la actriz.
En un momento, como lo describe en una nota periodística Televisa.news, durante el evento la multitud cantó “Hey, hey, ho, ho, Donald Trump tiene que irse”.
Más tarde, O’Donnell invitó a los asistentes a subir al escenario para expresar sus preocupaciones por Trump y su administración. Donde también ha pedido a los estadounidenses sumarse a las protestas a través de Twitter y otras redes sociales.
El mandatario estadounidense no estuvo en la Casa Blanca durante la protesta, debido a que se encontraba de vacaciones en su club de golf en Bedminster, Nueva Jersey.
La calificación de aprobación a la gestión que viene adelantando como dirigente ha estado constantemente bajo el agua desde que asumió el cargo en enero de 2017.
El domingo, unas tres semanas después de la cumbre de Helsinki con el presidente ruso Vladimir Putin que generó gran polémica, su índice de desaprobación se situó en el 54%, frente al 41% de aprobación.
