Cada 7 de diciembre en los hogares colombianos familiares, amigos y vecinos se reúnen para vivir una de las tradiciones más emblemáticas de la temporada decembrina: el Día de las Velitas.
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Durante la noche, las personas encienden velas blancas o de colores y utilizan los famosos ‘faroles’, que proyectan unas hermosas luces cálidas.
Decenas de ‘farolitos’ embellecen las terrazas, balcones y ventanas de las viviendas, todo esto gira entorno a la celebración de la Inmaculada Concepción de la Virgen María.
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Aunque tiene raíces religiosas la celebración ha trascendido lo estrictamente litúrgico. Hoy muchas familias — creyentes o no — la viven como una ocasión de unión, esperanza y gratitud, transformando calles y casas en escenarios de luz, música, y por su puesto con el aroma de un tradicional buñuelo y natilla.
¿Cuántas velitas se deben encender?
Aunque las interpretaciones varían de acuerdo a la región, es frecuente que se enciendan doce velas, una por cada mes del año que comienza, como una forma simbólica de pedir por salud, bienestar, amor o prosperidad durante los próximos meses.
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Inicialmente, la tradición indicaba que se deben encender de ocho velas, correspondiente a los días previos a la celebración de la Inmaculada Concepción. Sin embargo, con el paso del tiempo y la evolución de la fiesta, este número cambió a doce.
Vale destacar, que no existe una norma estricta sobre cuántas velas se deben prender.
El significado de los colores
Cada tono representa una intención distinta, de manera que al encenderla, quienes participan visualizan lo que desean atraer para el año venidero.
- Una vela blanca suele asociarse con la paz, la pureza y la renovación espiritual.
- La vela roja invita al amor, la pasión o las relaciones.
- La verde representa la prosperidad, la salud y la abundancia.
- Las velas azul, morada o amarilla invitan a la calma, la espiritualidad, la claridad mental, el bienestar emocional o el éxito.


