Hace 27 años, Sebastián Peñuela Camacho se convirtió en uno de los rostros más recordados de la televisión colombiana gracias al icónico comercial de caldos Doña Gallina.
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En 1998, con tan solo 7 años, interpretó a ‘Pipe’, el niño que detiene un partido de fútbol entre amigos para correr, entusiasmado, a la tienda de ‘Don Luis’ a comprar un cubo de caldo para su mamá.
Con su característico canto y el gesto de “aleteo” con los brazos, Sebastián inmortalizó una forma divertida y original de pedir caldo, que quedó grabada en la memoria de miles de colombianos. El éxito fue tal que participó en otros dos comerciales de la misma marca, aunque no volvió a aparecer en el cuarto debido a que ya había crecido demasiado para el papel.

Además de ser “el niño de Doña Gallina”, Sebastián actuó en reconocidas producciones como ‘La saga: negocio de familia’ y ‘Pedro, el escamoso’, llegando incluso a ser nominado como mejor actor infantil. Sin embargo, con los años se fue alejando del mundo de la actuación.
“Me presenté y pasé la audición. El más famoso fue el primero, el del aleteo, pero también estuve en dos más, del mismo estilo, pero con acompañantes. Sin embargo, para el cuarto, yo ya era demasiado grande, tenía diez años, y la idea era que la figura del niño fuera tierna. El comercial tuvo más éxito del esperado. Así me convertí en el niño Doña Gallina todo el tiempo”, explicó.

Hoy, su vida ha dado un giro notable. Es politólogo egresado de la Pontificia Universidad Javeriana, tiene una maestría en Democracia y Gobierno de la Universidad Autónoma de Madrid, y cursó un doctorado en el Instituto de Estudios sobre Desarrollo y Cooperación Internacional, en España.
En su perfil profesional, destaca su experiencia en consultoría, innovación y mediación social, así como en proyectos de cooperación internacional y medición de impacto.

En 2008, compartió con la revista SoHo cómo vivió su paso por la televisión. Recordó que sus padres recibieron 700.000 pesos por el primer comercial, y luego 100.000 por su participación en otro infomercial.
“Actuar era sencillo porque uno es más natural a esa edad. Mientras más crezco, menos fluyen los personajes”, finalizó.