Jason Momoa en ‘El país de los sueños’ va de la acción a la fantasía familiar (entrevista exclusiva)

Aquaman y Khal Drogo tienen mucho en común. Sus tatuajes tribales, una mirada amenazante y aquella naturaleza barbárica que caracteriza a ambos los hace seres temibles a donde quiera que vayan. Sin embargo, un personaje no sería nada sin la cara que se le pone para interpretarlo. Y es que en el caso de los dos anteriores, ese rostro es el mismo, el de Jason Momoa.

Joseph Jason Namakaeha Momoa, un nombre digno de un hawaiano. El actor isleño de 43 años, ha tenido un rápido ascenso de carrera después de su llegada al entorno de Juego de Tronos y de asumir el reto de darle vida a Arthur Curry, el superhéroe marino de DC Comics.

Precisamente es su metro con 93 de altura y la musculatura acompañada del cabello largo y barba que usa, lo que ha vuelto a Momoa el favorito de los ejecutivos de Hollywood para personificar papeles de acción pura y gran fuerza física. Además de los dos personajes populares mencionados, también se embarcó en Dune en el rol de Duncan Idaho. Compartió en el reparto de esta película con Josh Brolin, Dave Bautista, Óscar Isaac, Timothy Chalamet y Zendaya.

Ahora, no conformes con la filmografía que ya tiene, los fans siguen relacionando al intérprete con proyectos en los que, por su aspecto físico, podría encajar. Este justamente es el caso del antihéroe de las historietas, Lobo. El personaje está prácticamente confirmado para ser el próximo villano de Superman en el cine.

Ante la posibilidad de un debut de Lobo en el Universo Extendido de DC, Momoa no ocultó su emoción.

'Bueno, obviamente tengo que parpadear para saber si es real, pero sabes que pienso que sería increíble si eso sucediera. Estoy feliz de que James Gunn esté al mando (de DC Films) y Peter Safran, que están en mi corazón. Así que estoy en buenas manos y creo que los fans de los cómics de todo el mundo van a estar muy emocionados'.

Si bien los rumores pueden parecer increíbles para muchos, aún no hay nada escrito. En contraparte, lo que ya sí es una realidad es el próximo proyecto del actor: El país de los sueños, una cinta que lo sacó totalmente de su zona de confort, pues es una producción para todo público, en un tono muy familiar y en la que encarna a alguien muy distinto a lo que había hecho antes. La película se estrenará este viernes en Netflix.

En esta oportunidad tuvo que ponerse en la piel de Flip, una criatura mística que habita en los sueños de la pequeña Nemo. Asimismo, la encargada de co-protagonizar la cinta de fantasía con él fue Marlow Barkley, una joven actriz que tendrá un 2022 de lujo, pues además de esta producción ya se prepara para el estreno de Spirited, una comedia navideña con Ryan Reynolds y Will Ferrell.

Ambos, tanto Momoa como Barkley, tuvieron la oportunidad de dialogar con EL HERALDO sobre su experiencia en el largometraje. Entre risas y con mucha emoción, recordaron los días en el set de la curiosa película y se remontaron al inicio de las grabaciones, cuando vieron que tendrían que trabajar juntos.

Como toda una fan de Jason Momoa, la artista confesó cómo fue el hecho de compartir con una gran celebridad como él. 'Bueno, ya había visto a Jason en la pantalla incluso antes de que yo comenzara como actriz. Me preguntaba si sería divertido trabajar con este tipo. No me equivoqué. Y luego me puse a trabajar con él y siempre tuve razón, nos la pasábamos jugando. Parece que nada en el mundo le preocupara, siempre estábamos tan relajados. Era como tener un mejor amigo en el set y no podría haber pedido una mejor experiencia'.

A su vez, su compañero le contó a esta casa editorial que, desde su perspectiva, la situación no fue diferente. 'Simplemente creamos una sensación de familia maravillosa. Ella fue criada por unos padres increíbles, entonces logró hacerme sentir así sin esfuerzo. Ella tenía mucha energía hermosa y es divertida. Acabo de tener una gran compañera para actuar, así que se sintió como hacer trampa, no como trabajar, el trabajo no debería ser tan fácil. Nos mimaron mucho. No obstante, creo que es la última niña con la que trabajaré (risas)', comentó Momoa.

Por otro lado, el estadounidense se refirió a sus cosas favoritas en este filme, el cual tenía muchos aspectos diferentes a sus trabajos anteriores. 'Me encantó la dinámica familiar. Amé el punto de buscar el alma y también el concepto de imaginación. Fue como hacer de cada cosa una aventura. Es muy mágico', admitió.

Finalmente, los actores le contaron a este medio cómo fue hacer una escena en la que la pequeña protagonista, que tiene casi la mitad de la estatura de Momoa, lo retiene como falso prisionero y lo zarandea de un lado a otro, golpeándolo. Si bien solo se trataba de una estrategia para lograr escapar de los enemigos, la realización de ese momento supuso un gran trabajo, ya que tenía que parecer real (tanto en la historia como en pantalla).

'Así es como casi rompí el set cada vez que lo intentamos. Me sentí tan mal. Pero cada vez que volvíamos a tratar, él realmente solo me decía: empújame fuerte contra el mundo y yo me sentía tan mal por tener que hacerlo', afirmó riéndose al recordar. 'Pero una vez comenzamos a hacer el corte que terminó en la película, lo golpeé contra los archivadores y toda la pared se derrumbó encima de él y yo me seguía sintiendo mal. Pobre, pensé. No en tanto, yo me decía en mi mente: mantente en el papel, mantente en el papel porque estaba segura que se veía muy bien en la cámara y así era, pero me sentí tan mal por lastimarlo', compartió Marlow Barkley.

Jason Momoa, quien sufrió los cómicos golpes, no pudo contener la carcajada al recordar este fragmento. 'Me encantó esa parte. Amé eso de hacer una pequeña escena de acción con ella y luego hacer que me golpeara. Sabes, era obvio que eso iba a ser divertido. Obviamente, he hecho acrobacias toda mi vida, así que sé que me debía arrojar a ese archivador y me lancé demasiado fuerte. Ella logró el ritmo perfecto para que se viera real, además estaba tan pendiente de sus líneas que todo salió bien. Yo sí estaba tan concentrado que me olvidé de mi diálogo, me olvidé hasta de mi vida'.