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Yo creo que la cultura es una demostración de todo lo que a lo largo del tiempo hemos recogido', manifestó Juliana Duque, de 10 años, estudiante de cuarto grado del Colegio San José.

Para ella la cultura es parte de lo que compone al ser humano. 'Es todo lo que somos'.

'Nos puede ayudar a desarrollar sentimientos de manera diferente a personas de otras ciudades. Por ejemplo, aquí en Barranquilla creamos un amor por el sol y el calor, lo que seguramente no le pasa a personas que vienen de Bogotá', señaló con un tono de voz dulce, locuaz e implacable. Juliana fue una de las participantes del XI Congreso de Filosofía que realizó esta institución.

¿De qué nos sirve conocer? ¿De qué nos sirve aprender? Estos interrogantes, de respuestas complejas, fueron planteados por niños y niñas como Juliana en un espacio de debate filosófico en torno a la cultura.

Congreso

'Costumbres, palabras, raíces, tierra, expresión, tradiciones, arte, música, clima, el Caribe y pluralidad', fueron algunos de los términos estudiados y discutidos.

En el encuentro participaron estudiantes del colegio Liceo de Cervantes, La Enseñanza, Santo Domingo de Guzmán, Eucarístico de la Merced, Institución Distrital Simón Bolívar, I.E.D. María Cano, American School, entre otras escuelas de la ciudad. También hicieron parte del Congreso el colegio Sagrado Corazón de Riohacha; más el San Bartolomé La Merced y El Mayor de San Bartolomé de Bogotá.

Ponencias como ‘¿Qué queda del alma?’, ‘La migración, un factor inherente a nuestro progreso’, ‘Realmente el hombre es un ser egoísta’, ‘La religión como cura de la enfermedad de la cultura’, ‘Hegemonía cultural: pérdida de la identidad’, ‘El estereotipo como enemigo de la cultura en el hombre colombiano’, ‘El humano, un ser divino’, entre otras, fueron las cátedras enmarcadas en la cultura, dictadas por los mismos estudiantes.

El evento, que se inició a las 7:00 de la mañana del jueves y culminó ayer, contó además con los invitados especiales Ariel Castillo Mier, filólogo de la Universidad del Atlántico y Doctor en Letras Hispánicas; y Luis Carlos Rincón Alba, filósofo con Maestría en Artes en Estudios de Performance y candidato doctoral de la Universidad de Nueva York. Ambos ponentes, desde sus diferentes campos de acción hablaron de la cultura y su influencia en el quehacer del ser humano.

'En una sociedad democrática es necesaria la oposición pacífica de ideas. Así se crea el diálogo, pues cada persona es un mundo. Un congreso de filosofía utiliza esas diferencias para crear resoluciones y formar líderes', manifestó Juan Sebastián López, presidente del Congreso de Filosofía y estudiante de 11 grado del San José.

'Son indispensables estos espacios de debate para pensar, desarrollar ideas y crear soluciones', agregó.

El evento estuvo dividido en salas, cuyos nombres eran los de grandes teóricos de la filosofía como Simone de Beauvoir, Friedrich Nietzsche, Karl Marx, Eduardo Galeano y Zygmunt Bauman. En cada una de estas salas se presentaron diversos temas de forma simultánea, dándole la oportunidad a los asistentes de elegir lo que más les interesara.

Nicolás Diazgranados, estudiante del San José, opinó que la cultura es importante en la historia de cualquier sociedad y civilización. Sin embargo, aseguró que 'ciertos elementos de la tradición pueden desaparecer o volverse irrelevantes'.

'Volver a la madre tierra con plantas curativas puede ser parte de una cultura ancestral, pero mientras avanzamos hacia las estrellas, mucha gente que se aferra a esas culturas se queda estancada en el tiempo, mientras el resto de la humanidad trata de avanzar en otra dirección que es la ciencia. Lo mismo ocurre con ciertas religiones. Hay estados en los que la mujer, debido a algún tipo de creencia, le son negados sus derechos y establecen al hombre como única figura de poder. Debemos comprender que hay creencias que hacen mucho daño', apuntó el joven de séptimo grado.

Manuel Bonivento, estudiante del Colegio Sagrado Corazón de Jesús de Riohacha, manifestó que su cercanía con la cultura wayuu lo ha convertido en un exponente de su riqueza inmaterial y ancestral.

El joven viajó a la capital del Atlántico junto a un profesor y otros cinco compañeros.

'La cultura nos representa como personas, sociedad y población (...) Mis abuelos me enseñaron sus raíces, conozco palabreros que son como los abogados de este grupo étnico', dijo.

Por su parte, Michelle Suárez, estudiante del colegio La Enseñanza, dijo que la cultura es el imaginario que identifica a un país. 'Los colombianos nos caracterizamos por ser alegres, serviciales, tolerantes. Esa es nuestra esencia', opinó.

Para Enrique Daza, alumno del Colegio Liceo de Cervantes, la cultura es 'trascendental porque con ella se creó la historia'.

Así, entre disertaciones que no tienen nada de infantiles, niños y jóvenes presentes analizaron la vida y lo que la compone desde el pensamiento, con el fin de ser artífices de una educación orientada a la libertad y no a la sumisión.

'¿Qué es una cebra sin sus rayas?', preguntó Juan Sebastián López dirigiéndose a los espectadores. ¿Un caballo?, ¿un burro?, quizás no existiría. La cultura es para nosotros lo que las rayas a la cebra. Esa característica la hace única como especie, así es nuestra cultura: nos hace únicos en el mundo', agregó.

Segundo día

Los artistas y gestores culturales Karla Flórez y Walter Hernández fueron los invitados del viernes.

Durante la presentación de los ponentes se desarrolló un diálogo ameno en torno a la filosofía de la cultura que partió de la experiencia y trayectoria de los invitados.

Karla Flórez dio a conocer su experiencia a través del performance. Por otro lado, Walter Hernández, de Systema Solar, habló de sus inicios, anécdotas y experiencias que desde niño lo llevaron a la radio y luego a la música.

En su intervención los niños hicieron ejercicios lúdicos a partir de sus explicaciones sobre la importancia del movimiento en la danza y la música.

Finalmente, Walter compartió su nueva canción Es el amor