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César Acevedo llevó al Festival de Cannes 2015 una historia de una familia campesina que en las plantaciones de caña del Valle del Cauca libran una lucha física y emocional. La cinta, titulada La tierra y la sombra, su ópera prima, obtuvo tres premios en el prestigioso festival, consolidando su nombre como uno de los directores más destacados del cine colombiano en la actualidad.

Acevedo vendrá a Barranquilla convocado por la décima edición del Carnaval de las artes, que iniciará este jueves. Antes de su arribo a la ciudad, concedió una entrevista a EL HERALDO para hablar de su proceso como realizador y su visión sobre el buen momento que vive el cine nacional.

P La nominación de Ciro Guerra al Óscar y los premios que obtuvo ‘La tierra y la sombra en Cannes’ son síntomas de un buen momento del cine nacional. ¿Cómo ve el futuro de este proceso?

R. Creo que el cine colombiano está en construcción. Se está viendo un gran momento, no solo por lo que pasó con mi película o la de Ciro; hay también muchas producciones y muchos realizadores que están construyendo una mirada muy interesante. Desde afuera, ese proceso se está viendo en cintas con historias muy honestas, muy humanas que generan mucho interés. Lastimosamente, en el país el público no le ha dado su apoyo al cine nacional, son cintas que no llevan mucha gente a la sala; pero en mi opinión, son las que tienen propuestas más interesantes que el típico cine que estamos acostumbrados a ver.

R. Uno de los principales factores es la primera Ley de cine, que para la producción local fue muy importante. Hace trece años hacíamos dos o tres películas por año, y el año que cerró fueron más de cuarenta películas. El hecho de que suba el número de producciones nos permite profesionalizarnos, trabajar y aprender en los rodajes, y eso se ve reflejado en la calidad de las películas. Creo que se debe también a un cambio de mentalidad, en el interés por contar historias cotidianas que nos acerquen a lo que somos, a tratar de entender nuestra realidad. Creo que allí está la fuerza del nuevo cine colombiano. Tampoco hay que olvidar que nosotros somos herederos de varios realizadores que lucharon, durante mucho tiempo, para hacer películas en este país.

R. Pienso que, a pesar de ser historias muy arraigadas a nuestra cultura, están mostrando la identidad y la riqueza propia. El cine es una herramienta poderosa para reflexionar y construir memoria. Estas producciones buscan que la gente se reconozca y deje un poco de lado la indiferencia. Afuera valoran mucho esas historias íntimas, personales, porque al final apelan a la humanidad. Mi película habla de la familia, de los sentimientos, del apego a la tierra; la de Ciro habla del Amazonas, del encuentro entre culturas, de los ancestros. Son películas que tocan valores que comparte cualquier persona en cualquier lugar del mundo.

P Con este escenario, ¿qué aspectos continúan dificultando la tarea de hacer cine en el país?

R. Lo que pasó con Ciro es maravilloso. Estoy muy contento, y sabía que lo iban a lograr. Sin embargo, no veo un panorama muy bueno para el cine colombiano, sobre todo por la segunda Ley de cine, que invita a productoras de Hollywood para que vengan a hacer películas acá. La gente se maravilla de la visita de Tom Cruise y todo este tipo de actores, pero eso, en cierta medida, puede hacerle daño a la cinematografía nacional, porque vienen con una moneda más fuerte y hace que se incrementen los costos para los realizadores nacionales.

P El público en Barranquilla tendrá la oportunidad, en el Carnaval de las Artes, de seguir conociendo más del proceso creativo y de las opiniones que tiene sobre el panorama actual del cine. ¿Qué ha preparado para la ocasión?