El Heraldo
El texto final de la reforma tributaria fue revelado el pasado 11 de noviembre y busca recaudar un monto de $19,7 billones en 2023. Cortesía
Economía

La reforma tributaria marcará el comienzo de un año turbulento

Las nuevas medidas fiscales entrarán en vigencia en 2023, cuando se prevé un menor crecimiento económico. Se espera que parte del recaudo ayude a reducir el déficit.

Uno de los primeros triunfos del actual Gobierno en este año fue lograr la aprobación de la reforma tributaria que fue radicada al día siguiente de la posesión del presidente Gustavo Petro.

Este era uno de los proyectos bandera del mandatario, pues con el recaudo proyectado que es de unos $19,7 billones para 2023 se financiarán sus programas sociales.

El proyecto que está listo para la sanción presidencial generó todo tipo de polémicas y críticas de sectores que se sintieron afectados con las disposiciones tributarias que se plantearon.

El trámite de la reforma que buscaba inicialmente recaudar $25 billones fue liderado por el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, quien al final alcanzó la aprobación de la mayoría de las propuestas.

Con esta reforma se prevé un recaudo para 2024 de $20,7 billones; en 2025 en $20,3 billones y en 2026 de $21 billones.

Contempla el aumento de la tasa efectiva de tributación de las personas de mayores ingresos a través de menores deducciones y exenciones y el establecimiento de un impuesto al patrimonio permanente para activos elevados.

Un análisis de Credicorp Capital detalla que se “sube la tasa efectiva de tributación de una parte del sector empresarial a través del recorte de exenciones y deducciones, mientras que sectores específicos son objetivo de la reforma a través de sobretasas”.

Impacto económico

Mauricio Reina, investigador asociado de Fedesarrollo, dijo que el desajuste fiscal que se acentuó de manera drástica durante la pandemia lleva a que este año el déficit fiscal sea de más del 7 % del PIB, lo que se ha traducido en altas tasas y un gran porcentaje de los ingresos del Gobierno dedicados a cubrir el servicio de la deuda.

“Eso significa que algo teníamos que hacer para garantizar el ajuste fiscal, y la reforma tributaria es la respuesta a esa necesidad, pero no solo basta con tener la reforma, sino que es necesario que la adición presupuestal (para 2023) sea inferior al monto de la tributaria”, sostuvo.

Reina agregó que si todo el recaudo de 2023 se va directamente a los gastos sociales, no se haría absolutamente nada desde el punto de vista fiscal.

“Hay que tener los ojos puestos sobre esa adición presupuestal y sobre la necesidad de que esos $19,7 billones se distribuyan entre financiar gasto social y pagar deuda en conjunto con ajustar las finanzas públicas”, recalcó Reina.

Por su parte, el Observatorio Fiscal de la Pontificia Universidad Javeriana expresó que no deja de ser “una ironía” que el recaudo esperado por la reforma tributaria casi coincide con lo proyectado para el subsidio al consumo de los combustibles para 2023.

“Sin el subsidio no habría necesidad de reforma tributaria. Los recursos ahorrados con la eliminación del subsidio (a los combustibles) serían suficientes para financiar los programas sociales que se piensan costear con la reforma”, resaltó el informe.

Reforma en periodo de desaceleración

Henry Amorocho, profesor de Hacienda Pública de la Universidad del Rosario, dijo que el debate de la tributaria dejó un panorama oscuro tanto en el escenario económico nacional como en los mercados internacionales.

“Es importante aclarar que el crecimiento económico comienza a perder dinámica al darse un crecimiento del 7 % en el tercer trimestre del año en curso. Esto es un indicativo de que el consumo comienza a rezagarse por un aumento continuo de la tasa de interés, que a la vez se traduce en desaceleración del crecimiento; por lo tanto, en esta reforma se requiere tener una clara ruta de inversiones públicas que no permitan mermar el crecimiento de la economía por debajo del 2,8 % en 2023”, manifestó.

Retos para empresas

Juan Guillermo Ruiz, socio de Posse Herrera Ruiz,  manifestó que el principal reto que deben afrontar las empresas con esta reforma es el de la competitividad tributaria.

“La tasa efectiva de tributación es demasiado alta si se compara con la utilidad de los negocios y las empresas, entonces es una tema de equidad tributaria, ya que la distribución de las cargas tributarias es  importante en una política pública”, expuso Ruiz.

Recordó que la tasa corporativa del impuesto de renta del 35 % más alta de los países de la Ocde.

“Si un inversionista extranjero analiza de manera comparativa esa tasa de tributación sobre su utilidad tiene otras opciones mejores, el país perdería competitividad tributaria, y eso es lo que nos está pasando con esta reforma. Estamos perdiendo la capacidad de atraer inversiones”, detalló el socio de Posse Herrera Ruiz.

Impuestos saludables

La reforma incluye un listado de bebidas y alimentos que serán gravados con un impuesto por el contenido de azúcar añadida, sodio y por ser ultraprocesados. El Observatorio Fiscal de la Pontificia Universidad Javeriana puntualizó que como consecuencia de este gravamen, los hogares más pobres necesitarán de $5 mil mensuales adicionales para continuar con los mismos patrones de consumo.

“Estos $5 mil representan el 0,6 % de sus gastos mensuales pero el 3 % de sus ingresos mensuales”, resaltó el análisis.

Agregan que la creación de estos impuestos es un paso en la dirección correcta. “La falta de ambición respecto al aumento del costo genera incertidumbre respecto a la existencia de un efecto significativo sobre el consumo de estos bienes. Desafortunadamente, la reforma no estuvo acompañada de estudios técnicos estimando el impacto sobre el consumo y sobre la salud”.

Sector minero-energético

Sobre la no deducibilidad de regalías para el sector minero energético, Juan Camilo Nariño, presidente de la Asociación Colombiana de Minería, resaltó que se impactará al sector minero.

“Ahora Colombia es el único país en el mundo en el cual por un capricho las regalías no son consideradas como un costo, y eso tiene mensajes claros al mundo inversionista y a un sector económico que necesita de esa inversión extranjera para poder producir los minerales”, dijo.

José Manuel Restrepo, exministro de Hacienda, sostuvo que esa decisión pondrá en aprietos a un sector que le aporta en gran masa a la economía colombiana.

“Lo que vamos a afrontar es que esto afectará a la tasa de cambio más adelante, destruye la capacidad de inversión en el país y es lo más complicado y equivocado de todo el texto de la reforma tributaria”, puntualizó.

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