Estados Unidos designó a Colombia como “failed demonstrably” (ha fallado de manera demostrable; descertificación) en el marco de la Ley de Asistencia Extranjera y, simultáneamente, emitió una determinación de interés nacional (waiver) que evita la aplicación inmediata de restricciones de asistencia y abre un compás de espera condicionado de hasta 12 meses para mostrar resultados verificables.
En la práctica, la decisión preserva la cooperación bilateral, pero eleva la exigencia sobre metas y verificación.
El waiver (exención por interés nacional) impide que entren en vigor, por defecto, las principales restricciones asociadas a la designación y mantiene la cooperación no humanitaria durante el año fiscal, sujeta a condiciones más estrictas, reportes y seguimiento. En el caso de Colombia, no hay sanciones automáticas ni uniformes: su eventual aplicación queda a criterio del presidente de EE. UU., en función de los resultados que el país acredite.
Sobre esta decisión, el gremio AmCham Colombia, liderado por su presidenta María Claudia Lacouture, hace un llamado firme y respetuoso al Gobierno para presentar y ejecutar con urgencia una hoja de ruta con metas alcanzables y verificables que evidencie voluntad política y una mejora sustancial en: erradicación de cultivos, reducción de producción y tráfico, cooperación judicial y desmantelamiento financiero de las organizaciones criminales.
“Solo así el país podrá solicitar la reconsideración de la designación en el próximo ciclo y sostener la asistencia dentro del interés nacional de los Estados Unidos”, dijo Lacouture,
De manera respetuosa, AmCham Colombia invita al Gobierno de los Estados Unidos a reconocer los avances en interdicción e incautaciones y a considerar el anuncio de retomar la aspersión, cuando proceda y bajo las salvaguardas de la Corte Constitucional, complementada con desarrollo alternativo y presencia integral del Estado. Estas señales deben contribuir a evitar medidas que afecten comercio, turismo e inversión entre ambos países.
“Colombia ha librado esta batalla por convicción, con un alto costo en vidas. Es momento de redoblar esfuerzos para traducir ese sacrificio en resultados concretos y en el debilitamiento efectivo de las estructuras del narcotráfico y toda su cadena. Hay una oportunidad real de reconsideración, pero el país debe actuar con rapidez y rigor. De no hacerlo, podrían activarse restricciones adicionales de asistencia y votos adversos en banca multilateral, aumentar el riesgo país y encarecer el crédito, con efectos directos en empleo, inversión y bienestar de los colombianos, además de prolongar la inseguridad en los territorios”, sostienen desde el gremio.
Concluyen: “Cabeza fría y anteponer los intereses de la nación es hoy, más que nunca, una sentida necesidad”.