En Barranquilla cuáles son las expectativas del comercio y compradores para la temporada escolar

Ericka Celedón Niebles, docente de básica primaria en Sabanagrande, llegó a la caja de pago en una papelería en la calle 30 con carrera 41B en el centro de Barranquilla con su carrito de compra donde había 23 cuadernos, 2 sacapuntas, 2 cajas de colores, tres marcadores, una caja de bolígrafos, dos pegante blanco multiusos, un juego geométrico, dos cartucheras de colores, octavos de cartulina y tinta para recargar.

La profesora y madre de un niño de 12 años y una niña de seis pagó la lista de útiles, que no incluye los libros, con dos bonos que entregó su caja de compensación. La cajera antes de empacar le dijo: 'Aún puede comprar más útiles'. Celedón muy sorprendida dio media vuelta y volvió a caminar la papelería para completar el bono escolar por $308.000.

Jean Carlos Pacheco, padre de familia de dos niños, vestido como si fuera miembro del ejército colombiano, sombrero camuflado y una pañoleta en el cuello verde oliva, entró a la papelería e hizo el mismo recorrido de Ericka Celedón. Junto a su pareja al pagar en la cajera, Pacheco vio la tira larga y calificó el gasto como elevado. Precisó con un acento a puertorriqueño (que no pronuncia la ‘r’ y sí la ‘l’) que fueron más de $290.000 en compra de útiles.

'Este año está ‘fuelte’, los precios han aumentado mucho. Estamos en una temporada en que tienes que sacrificar algo más. No compré todo ni para uno de los niños'. Pacheco, que aclaró que por sus viajes de predicador cristiano adaptó ese acento, estimó que la lista escolar de sus dos hijos para este año será de $500.000. 'El año pasado creo que compré más. Estamos en un alza ‘fuelte’, y no había gastado tanto. Hemos pasado el límite'.

El termómetro económico en la temporada escolar este año sube la temperatura hacia expectativas de mejores precios para compradores y mejores ventas para comercializadores que las de 2023, cuando el dólar alcanzó un techo el 4 de enero $4.989 y los efectos de una alta inflación empezaron a manifestarse.

'Este año vemos que puede ser una temporada normalizada con más necesidad, más listas de útiles. La educación es una necesidad en la canasta, y después de un 2023 en el que hubo ventas normales con efectos de la inflación que golpeó y tras superar la contracción de casi un 40 % pospandemia', explicó Wilman Arango, comercial de Tauro Papelería.

En el presupuesto de los hogares, la educación tiene su valor en los dos primeros meses del año. El año pasado de acuerdo a cálculos de Laura Peña, economista de BBVA, los materiales o útiles escolares representaron un 0,5 % del total de la canasta y siendo los costos de las matrículas los de mayor peso.

Una referencia de las inversiones para los hogares de los gastos en educación está en lo que destinan las cajas de compensación en subsidios educativos. Combarranquilla, una de las tres cajas que tiene empleados afiliados en Atlántico, precisó a través de su presidente Ernesto Herrera Díaz Granados que este año invertirán en subsidios y auxilios educativos de primaria, bachillerato y universitarios un total $22.592 millones y con un incremento del 23,4% con respecto a 2023. 'Entregaremos 64.980 auxilios educativos'.

Wilson Alford Fonseca, comerciante con 8 años de experiencia en un punto formalizado y especializado en ventas de maletines y zapatos, afirma que la temporada escolar se caracteriza por buenas ventas en el centro de Barranquilla. 'Comerciante que tenga mercancía del año pasado es que falló en su estrategia. Estoy viendo que hay movimiento de compradores y en un nivel aceptable'.

Alford precisa que las expectativas están porque el precio que se paga hoy por la moneda americana está a un menor precio que hace un año. El dólar se cotiza con una tasa representativa del mercado de $3.901,38, y la mayoría de compras de bienes escolares son importados.

La canasta de gasto de los hogares para los barranquilleros no solo tiene los efectos de las compras de diciembre, las nuevas alzas por inflación anual del 2023 (9,28 %) y el aumento del salario mínimo (12,3 %), sino también porque aspectos culturales y hábitos como los que genera el Carnaval de Barranquilla tienen que tenerse en cuenta a la hora de adquirir bienes.

Que las fiestas más importantes del Caribe colombiano se celebren antes de la primera quincena de febrero también obliga a que las estrategias de ventas aceleren en enero. 'No es lo mismo que el Carnaval esté a final de febrero que en la primera semana y más cuando los padres de familia vienen de los gastos de diciembre. A nosotros esta fecha nos obliga a promover más las ventas', agrega Wilson Alford Fonseca.

Johana Berrocal es hija de un vendedor de libros, y hace 20 años heredó la vena de su padre Jairo para el comercio de útiles escolares en el centro de Barranquilla. La mujer de cabello rubio teñido ofrece en la calle 31 con carrera 41, útiles para padres de familias con promedio de entre $20.000 y $100.000 pesos.

Aunque se ha sorprendido por los precios menores que los del 2023 que ha pagado a mayoristas y distribuidores de cuadernos, colores, sacapuntas, borradores, marcadores, block, cartulina, carpetas, rompecabezas, juegos escolares subraya que la causa es por un dólar a un menor precio.

'Supongo que es por el dólar. Para mí un buen día de ventas de útiles es de 500 mil pesos, y este año he comprado para vender cuadernos a $1.800 cuando en el 2023 estaban entre $2.300 y $2.500. La caja de colores básica, algunos de marca aumentaron algo, la básica la compré en $2.400 frente a los $3.000 que pagué el año pasado'.

Benilda Arévalo, madre comunitaria desde hace 27 años, viajó desde San José de Saco, corregimiento de Juan de Acosta, al centro de Barranquilla son 60 kilómetros de recorrido y más de una hora y 30 minutos de recorrido en un bus, para echar un vistazo a los precios del mercado en compañía de su hija. Entró en horas de la mañana a la papelería y puso sus ojos achinados en los maletines colgados con precios de $109.000, $119.000, $135.000, $159.000 y $189.000. El más costoso con ruedas y una lonchera pequeña, $249.000.

Benilda Arévalo luego atisbó los precios de los cuadernos argollados, los cosidos antes de decidir por la compra de un bolso de $135.000 que valoró ya en sus manos: 'No ha aumentado, creo que es económico'.

Arévalo contó que $85.000 recibe tres veces al año como subsidio del Estado y a través de una fundación. Son $255.00 que destina para adquirir algunos productos escolares para 9 niños que atiende en su hogar, uno de los nueve que acogen infantes en el corregimiento. 'Tengo algunas compras del año pasado que me servirán este año. Lo que manda el Gobierno creo que así como lo estipulado creo que me alcanzará para este año'.

Los productos escolares tuvieron impactos globales que incidieron en sus precios el año pasado. El alza de las materias primas en la industria del papel en el 2022 debido a la escasez en el mundo golpeó en el 2023 y también fue identificado como una secuela de la pandemia en 2020, cuando muchos molinos de papel bajaron sus niveles de producción o cambiaron sus portafolios a papel para empaques o cajas de embalaje.

'Escuché que la inflación estuvo arriba, que los precios también y encontré excelentes opciones. Con uniformes y útiles llegué el año pasado a un millón de pesos en compra. Este año no creo que llegaré a ese tope por lo que he comprado. Estoy sorprendida porque esta vez compré más y gasté menos', dijo la docente de Sabanagrande.

Si hay padres de familia buscando descuentos para adquirir textos escolares nuevos o usados, los vendedores de libros en el centro de Barranquilla aseguran que pueden encontrar descuentos hasta de más del 40 %. Fabián Narváez Fontalvo vende en el espacio público en la carrera 41 con calle 31 y cuenta que si las editoriales con las instituciones educativas no cambian cada año de textos, los libros de segunda y bien cuidados, sirven para sacar de apuros.