La crisis por la que atraviesa el mercado laboral en Colombia está soportada principalmente sobre los hombros de las mujeres colombianas, pues mientras que la tasa de desempleo masculino se mantuvo en 6,7% durante el último trimestre de 2018, solo una décima superior al mismo periodo del 2017, la tasa de desempleo femenino pasó de 11% a 12,4%. Esto indica que el aumento del desempleo femenino fue 14 veces el superior al masculino.
Así lo señala un análisis realizado por Observatorio Laboral de Cartagena y Bolívar que afirma que las mujeres constituyen uno de los grupos poblacionales más vulnerables frente a la economía y particularmente en el mercado laboral.
El director del Observatorio Dewin Pérez Fuentes asegura que es precisamente en el mercado laboral donde se hacen visibles los efectos de un sinnúmero de barreras y obstáculos que tienen que enfrentar las mujeres y que se les impone en todas las esferas económicas y sociales. 'Allí donde interactúa con desventajas y en condiciones de inequidad frente a los hombres', analiza.
'Es importante anotar que no son las características de ellas per sé lo que las hace vulnerables, sino la condición de exclusión que se ha generado alrededor de ellas y que les genera mayores dificultades y les ha impedido involucrarse de una mejor forma en las actividades laborales', dijo Pérez Fuentes.
Explica que las tasas de participación y ocupación femenina en el mercado laboral colombiano, en el último trimestre del 2018 eran 21 y 22 puntos porcentuales inferiores a las de los hombres, y el desempleo femenino se ubicaba 6 puntos porcentuales por encima del masculino.
'Lo anterior significa por cada 100 hombres en edad, laboral 75 participan en el mercado, mientras que de cada 100 mujeres en el mismo rango de edad tan solo 54 hacen parte de este mercado', agrega.
Para el caso de las mujeres que logran participar de la dinámica laboral, solo el 48% obtiene una ocupación remunerada. En los hombres este porcentaje es del 70%. Además, solo 7 de cada 100 hombres económicamente activos están desempleados, pero hay 13 mujeres desempleadas por cada 100 de ellas que forman parte de la población económicamente activa.
El analista dice que las barreras de acceso y permanencia de las mujeres a los empleos productivos se presentan al interior de los hogares y el entorno familiar, barreras sociales, económicas y del mercado de trabajo e incluso espaciales y que se reflejan en enormes brechas a favor de los hombres, en todas las variables que caracterizan al mercado de trabajo.





















