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A principios del siglo XX, los inmigrantes alemanes Walter Ritzel y Werner Backhaus se vincularon como empleados y posteriormente como socios a la Empresa Hanseática, que desde 1905 se destacaba por poseer la Fábrica a Vapor de Jabones y Velas La Luz X, donde se elaboraban jabones y velas, se importaban productos de ferretería y se exportaba café y tabaco.

Al poco tiempo, cuando los fundadores decidieron volver a Alemania, Ritzel y Backhaus se hicieron cargo de la compañía en Barranquilla, ubicada en ese entonces en el hoy conocido Mercado de la calle 30.

Luego de participar en las dos guerras mundiales, el alemán Walter Ritzel nuevamente llega a Barranquilla, donde daría vida a una fábrica de jabones junto a su socio Werner Backhaus. A sus 81 años de edad, su hijo Ernesto Ritzel, segunda generación en liderar la empresa, cuenta la historia en la que se emergió hace 60 años.

'A raíz de la II Guerra Mundial la Empresa Hanseática entró al fondo de estabilización del Banco de la República; fue confiscada. Hubo que venderla y entregar la plata al gobierno, y después de muchas peleas nos devolvieron un 50%', cuenta mientras destaca que gracias a eso hoy su fábrica tiene más de 100 años de historia.

En los años 40, los Ritzel reiniciaron operaciones, ahora en las instalaciones de la Vía 40. Allí funcionaba una lavandería industrial, lo que hizo que a la postre se optara por contratar al químico alemán Kurt Hentschel y se conformara la Sociedad Tusica junto a Werner Backhaus, luego de identificar que el negocio de la jabonería crecía y se hacía más rentable que el de la lavandería.

En 1961, los Ritzel venden la lavandería y amplían la fábrica, estrategia que se complementó con las ideas del químico Hentschel, que trajo consigo fórmulas de productos y tecnologías de Alemania, iniciando la producción de detergentes en polvo, algo innovador para la época.

Año con año, la fábrica fue satisfaciendo la demanda nacional, que requería jabones que llegaban a los rincones más apartados del país por vía fluvial y marítima. Simultáneamente se diversificaba el portafolio, ofreciendo la división de higiene de alimentos y bebidas, en la que se destaca la industria pesquera, avícola, cárnica, aceitera y porcícola; la línea de higiene y desinfección de lavanderías comerciales y hospitalarias, entre otras.

Además, Tusica logró proveer minas y puertos donde hay equipos pesados que requieren detergentes especiales para su limpieza, y tener presencia en todas las plantas atuneras de Colombia y en la mayoría de las cárnicas y avícolas.

Pero varias décadas más tarde, luego de que Tusica mostrara un constante crecimiento, la crisis nacional de finales de los 90 se sintió en la jabonería. 'Era justo la época del Caguán, cuando Colombia se desestabilizó políticamente y los bancos empezaron a quebrar y cerraron créditos', recuerda Stefan Madero Ritzel, actual gerente comercial y de marketing, quien completa 16 años en la fábrica, siendo la tercera generación en liderarla.

Corría 1998 y Tusica se acercaba al que sería su peor año en ventas. Pero ideas jóvenes y renovadoras llegaron de la mano de Stefan Madero, quien asegura haber entrado 'en el momento en el que más se necesitaba una persona fresca'.

Superar la crisis fue 'muy difícil financieramente' porque los bancos cerraron las puertas. 'Nos tocó muy duro trabajar sin crédito', cuenta Úrsula Ritzel, hija del fundador de la empresa, quien hace 35 años entró a la fábrica como subgerente.

La estrategia joven de Tusica se basó en enfocar el servicio a atender una demanda que requería gran producción pero había sido ignorada. Desde entonces, el principal contribuyente de las utilidades de la empresa es el mercado industrial.

Cuando Úrsula habla de la recuperación, insiste en que 'la perseverancia', sumada a alianzas con algunos proveedores, fue determinante para que la fábrica volviera a despegar.

Tusica ha recibido apoyo de la línea de crédito pyme de Bancóldex, una institución del Gobierno Nacional que busca promover la productividad y competitividad del sector empresarial. A través de los recursos obtenidos viene actualizando su planta de producción con equipos traídos de países como Italia y China.

Hoy la empresa exporta a países de Centroamérica y el Caribe, y se abre camino gracias a los TLC firmados en los últimos años. Además, ostenta un crecimiento ininterrumpido desde hace cinco años, procurando hacer inversiones constantes en su planta, en infraestructura y en la naciente línea de cosméticos.