El Heraldo
José María Pazo estuvo en Junior durante 16 años. Su primera etapa fue de 1982 a 1997. Luego volvió en 1999.
Deportes

“Siempre traían arqueros del exterior y nunca me dejé quitar el pan de la boca”: José María Pazo Torres

El exguardameta valduparense, campeón con Junior en 1993 y 1995, recordó su exitoso y largo ciclo en el equipo rojiblanco, además de su paso por Selección Colombia. Actualmente trabaja con la Federación Colombiana de Fútbol liderando un proyecto de arqueros en el país.

José María Pazo Torres dejó una huella inmensa en Junior, ya sea por su habilidad, por sus atajadas, por su vestimenta, por esa lucha constante por no dejarse quitar el puesto, por todo.

Y fue esa tenacidad la que al final trajo su recompensa, siendo campeón en dos oportunidades con el equipo rojiblanco (1993 y 1995), lo que le sirvió para quedar para siempre en la historia del club de sus amores, el Junior.

En diálogo con EL HERALDO, el arquero valduparense, de 53 años, recordó su paso por Junior y la Selección Colombia, además de hablar de su actualidad en la Federación Colombiana de Fútbol, donde hoy lidera un proyecto que busca descubrir a los mejores prospectos del arco en el país. 

¿Mejor atadaja?

“El penal que le atajé a Arturo Flores de Vélez en la semifinal de Copa libertadores del 94 y los dos penales que le tapé al Colo-Colo, que nos permitieron acceder a esa fase semifinal. Pero la que más recuerdo fue un tiro libre que le atajé a un jugador apellido Polo, del Tolima. Con esa atajada recuerdo que el fotógrafo de EL HERALDO ‘Tino’ Choperena ganó el premio a mejor foto deportiva del año. 

 

P.

¿Qué hay de la vida de José María Pazo?

R.

Vivo actualmente en el departamento de Cundinamarca. Trabajo para la Federación Colombiana de Fútbol liderando un proyecto que busca descubrir a los mejores prospectos del arco en el país, con el objetivo de proyectarlos.

P.

¿Cuál fue la mejor experiencia que vivió como jugador?

R.

Puedo enumerar tres: ir a un Mundial con la Selección Colombia —el de EEUU 1994—, haber estado tan cerca de una final de la Copa Libertadores —en 1994— y ser campeón del fútbol colombiano con Junior. Todo fue muy hermoso.

P.

¿Qué le dejó el fútbol?

R.

Muchas cosas…. amistades, una profesión en la que todavía trabajo, me dio cosas interesantes que hoy mi familia puede disfrutar. El fútbol siempre será una experiencia gratificante mientras se haga con profesionalismo.

P.

¿Qué es lo que más recuerda de su paso por Junior?

R.

Recuerdo todo. Fue una estadía maravillosa, en donde nacieron mis hijas, logré tres títulos —uno en las reservas en el año 1982 y dos con el equipo profesional— y alcancé a llegar a una semifinal de Copa Libertadores. Son recuerdos supremamente importantes para mí y para la institución.

 

P.

¿La eliminación de Junior en esa semifinal de Copa Libertadores, es una de sus mayores tristezas en el fútbol?

R.

Se puede decir que fue una de las más grandes. Se tuvo todas las posibilidades de llegar a la final, pero debido a las cosas del fútbol no se logró. Solo queda el recuerdo, pero es grato ver como no solo los hinchas del Junior sino también los de los otros equipos se le acercan a uno para hablar de lo importante que fue aquel equipo, eso le trae a uno nostalgia, porque aún se siente que se pudo lograr cosas más importantes.

P.

¿Cómo era el entorno de ese histórico Junior de 1993 y 1994?

R.

Lo más positivo de ese equipo era que no se tenía un sólo líder, habían cuatro, estaban Carlos (Valderrama), Alexis Mendoza, Lucho Grau y mi persona. Cada uno sabía dónde estar y en qué momento actuar para tomar las decisiones grupales, porque las más fuertes las tomaba el técnico Julio Comesaña. Cada uno tenía un punto de vista que era siempre respetado, sin duda esto fue un de las cosas vitales de ese Junior.

 

P.

¿Qué Junior fue mejor, el campeón del 93 o del 95?

R.

Compararlos siempre será difícil, en ambos hubo jugadores importantes. Quizá el del año 95 fue un torneo más corto, un torneo donde no se jugó tantos partidos y no con todos los equipos, por esa razón resalto más el del año 93, porque se jugó de enero a diciembre y fue una competencia más pareja. Nacional, Medellín y América tenían un muy buen grupo de jugadores, al igual que nosotros que teníamos varios de Selección Colombia y éramos un equipo serio y unido, que logramos alcanzar el título más recordado en la historia de la institución.

P.

¿Cuál es la historia de la famosa pañoleta que lo caracterizó en un tiempo?

R.

(Risas) Resulta que cuando estábamos en Copa Libertadores jugamos contra Cerro Porteño un martes y al día siguiente jugábamos contra Bucaramanga. El profe ‘Chiqui’ García había convocado a 27 jugadores y en el partido de Copa Libertadores me partieron la parte de arriba de la ceja izquierda, entonces el médico me dijo que tenía que esperar que la herida cicatrizara para volver a jugar y a mí que nunca me gustaba parar. Le dije que mañana ante Bucaramanga iba a jugar y por más que el médico me dijera que no, jugué. Me cogieron los puntos y me dijeron que usara una balaca para evitar que la herida se infectara, pero no, yo no iba a usar eso, yo sin cabello, imagínese cómo me iba a ver. Entonces me puse una pañoleta y así comenzó la historia. Ya después me quedé con ella, me gustaba cómo se me veía (risas).

P.

¿Le afectó en algún momento para portear?

R.

No, para nada. Me sentía cómodo con ella y por eso la seguí usando. Después hizo parte de mi identidad.

P.

¿Cómo fue su relación con el ‘Pibe’ Valderrama?

R.

Creo que de los compañeros que tuve como jugador es con el que más hablo. Carlos (Valderrama), cuando estaba serio siempre tiraba sus frases fuertes que todos les conocemos, unos se enojaban a otros nos hacía reír. Conmigo siempre se dirigió con mucho respeto, nunca fue temperamental. Fue un líder positivo en todos los equipos que estuvo en Colombia, en Europa y sobretodo en la Selección. Siempre se mostró como es él, si tenía que decirle a un jugador de la talla de Freddy Rincón, se lo decía de frente y sin temor. ‘El Pibe’ es un tipo muy honesto, como pocos en el fútbol.

 

P.

Usted tuvo la oportunidad de ir a un Mundial con la Selección ¿Cómo vivió ese torneo del 94, en Estados Unidos?

R.

Fue el sueño de todo futbolista de alto rendimiento, lastimosamente no cumplimos los objetivos que teníamos y queda ese sinsabor. Pero es una experiencia única, difícil de olvidar.

P.

¿Qué pasa últimamente con los arqueros colombianos, que hoy solo tenemos a David Ospina como prenda de garantía?

R.

Estamos viviendo algo diferente. Antes veíamos en Nacional a René Higuita, a Eduardo Niño en Santa Fe, en el América a Óscar Córdoba y en Junior a José María Pazo. Me parece que la preocupación pasa porque los arqueros colombianos no están siendo formados de la mejor manera y por eso no están a la altura de los guardametas que vienen del extranjero, y se están dejando desplazar. A mí, por ejemplo, en Junior siempre me trajeron competencia del exterior, pero nunca me dejé quitar el pan de la boca. Esa ambición es la que hoy falta.

P.

¿Es difícil ser guardameta en Colombia?

R.

Es difícil por la competencia, pero hay materia prima, falta es formarlos con todos los argumentos técnicos, físicos, tácticos y cognitivos, para que cuando empiecen a actuar respondan y compitan con todas las condiciones.

“En Junior hoy está faltando sentido de pertenencia”
Junto a Jorge Bolaño e Iván René Valenciano.
P.

¿Qué pasa hoy en día con Junior?

R.

 ¡Ay, Dios mío!... Muy poco me gusta hablar de los equipos cuando no estoy cerca. Lo que veo a la distancia es que hoy en Junior está faltando sentido de pertenencia, que los jugadores sepan que están actuando en uno de los mejores equipos del país y que hay que entregarlo todo en el campo para poder obtener resultados. Todos tienen que tener claro que si no se ponen todas las condiciones en el terreno de juego será muy difícil cambiar la situación. Por eso hoy en día cualquier rival llega y los complica. Es triste el presente del equipo.

 

P.

Considera entonces que el problema es de jugadores...

R.

Al decir sentido de pertenencia me refiero a los jugadores, pero como no estoy cerca ni empapado del tema no te puedo afirmar si es un problema 100% de jugadores o también es de técnicos y de los directivos. A lo mejor todos se han equivocado, pero lo único cierto es que en la cancha los que tienen que correr, los que tienen que luchar y los que tienen que defender y los que tienen que hacer goles son los jugadores.

P.

¿Cuál es su opinión sobre Sebastián Viera?

R.

Sebastián es un guardameta que ha estado cinco o seis años en la institución, le guardan un cariño muy grande, algo que se ha ganado con esfuerzo, porque ha alcanzado cosas importantes e incluso ahora marca goles, lo que lo convierte en un arquero especial. Ha tenido aciertos y equivocaciones, como todo el mundo. En estos momentos el que tiene que recuperarlo para el equipo es el cuerpo técnico actual. Hablar de cosas malas de Viera no me queda bien, porque no soy su entrenador, no estoy trabajando a su lado, si estuviera cerca del equipo quizá pudiera darte una respuesta más completa al respecto.

 

P.

¿Qué le dice la séptima llega de Julio Comesaña?

R.

Julio es una persona franca, honesta y directa, un entrenador que va a exigir más a los jugadores y que tiene manejo de grupo. No puedo decir que Junior tiene al mejor técnico del mundo, pero sí un buen profesional y que todo lo hace con mucho respeto y con el objetivo siempre de ganar. Julio le ha entregado todo a esta institución, por eso siempre será bienvenido a Junior. 

P.

¿Qué solución se le puede dar a este Junior?

R.

Ver a Junior en la posición que está es algo grave, algo triste. Repito, hay que tener más sentido de pertenencia por la institución y saber que todos los rivales son iguales. Hoy un día ya no se gana con nombres sino con hombres.

 

P.

¿En Barranquilla es más difícil que un portero local figure?

R.

Siempre he dicho, si yo, con toda la oposición que tuve, fui figura, otro arquero local también lo puede hacer. Esa oposición hacia el arquero local aún sigue existiendo, pero cuando uno se prepara y tiene sentido de pertenencia por un equipo o por tu profesión, será difícil que te quiten el pan de la boca, yo no me lo deje quitar porque no di ventaja, no deje de trabajar, siempre lo hacía, hasta lesionado. Esto es lo que hay que recuperar en los jóvenes, sentido de pertenencia en la cancha y en el cuidado personal.

Facebook
Twitter
Messenger
Whatsapp
Convierta a El Heraldo en su fuente de noticias
X
COMO REPORTAR A WASAPEA
1. Agrega a tu celular el número de Wasapea a EL HERALDO: +57 310 438 3838
2. Envía tus reportes, denuncias y opiniones a través de textos, fotografías y videos. Recuerda grabar y fotografiar los hechos horizontalmente.
3. EL HERALDO se encargará de hacer seguimiento a la información para luego publicarla en nuestros sitio web.
4. Recuerda que puedes enviarnos un video selfie relatándonos la situación.