
El Málaga, por primera vez en su historia, se clasificó para los cuartos de final de la Liga de Campeones al derrotar por 2-0 al Oporto con goles de Isco y del delantero paraguayo Roque Santa Cruz, en un partido en el que los malaguistas fueron merecedores de la victoria y del pase a la siguiente eliminatoria.
Con un ambiente tremendo en La Rosaleda, el conjunto malagueño, inexperto en esta competición, aunque con jugadores que sí han disputado la Liga de Campeones, iba a intentar la hombrada de remontar un 1-0 adverso ante un experimentado Oporto, serio, rudo y a la vez técnico.
El Oporto sometió, al principio, al Málaga a presión muy fuerte. Le era prácticamente imposible al Málaga coger el balón, no daba dos pases seguidos y la presión arriba del conjunto portugués le obligaba a la línea defensiva a golpear en largo, sin que el francés Jeremi Toulalan e Iturra pudieran ejercer su posición de canalizadores y surtidores de balones al argentino Javier Saviola, Joaquín, Isco o Julio Baptista.
El Málaga intentaba salir de la presión y lo conseguía en algunos momentos, quizás más por el cansancio de los portugueses. El primer acercamiento a portería de los locales fue con un lanzamiento de Antunes, que mandó a córner el portero Helton, en el minuto 35. La situación iba cambiando y ya el Málaga era otro, con su juego, de toque y apoyo.
La jugada polémica del partido llegó en el minuto 40, cuando el colegiado Rizzoli anuló un gol a Saviola, por presunta falta de Baptista a Helton, al que se le escapa el balón. Fue un aviso de lo que podría ocurrir. No se amilanó el Málaga, porque tres minutos después Isco, con un disparo desde fuera del área, marcó el 1-0.
Vitor Pereira lo vio complicado e hizo un cambio dejando en el vestuario a Moutinho por el colombiano James Rodríguez. No empezó bien el partido en la segunda parte para el Oporto, ya que su centrocampista Defour vio la segunda cartulina amarilla por una entrada a Joaquín, que significó la expulsión en el minuto 48.
El Málaga salió muy centrado, al ataque, buscando el segundo gol ante un Oporto, cerrado, aunque con alguna contra peligrosa y con otro cambio defensivo de Maicon por Varela. A pesar de jugar con diez, el partido se igualó con las dos líneas de cuatro impuestas por el técnico Vitor Pereira. En un córner, el paraguayo Santa Cruz, cabeceó el segundo gol en el minuto 77. La eliminatoria estaba a favor de los malaguistas, que durmieron el partido y se clasificaron para los cuartos de final.
Bayern sufrió para pasar. El Bayern Múnich se clasificó a cuartos de final de la Liga de Campeones después de perder en casa ante el Arsenal (0-2) y sufriendo mucho más de lo esperado tras la cómoda renta que acumuló en la ida (1-3).
El Arsenal se puso por delante en el minuto 3 con un gol del francés Olivier Giroud tras un centro de Theo Walcott.
Ante la hazaña titánica que se había propuesto el Arsenal, el gol tempranero de Giroud era el mejor comienzo que podía tener el partido para el equipo inglés, que encontraba razones para creer en el milagro.
Sin embargo, tras encajar el gol de Giroud, el Bayern tomó el control del partido y merodeó con asiduidad las cercanías de la portería de Fabianski, aunque no logró generar posibilidades de gol. El Arsenal, por su parte, solo se aproximaba esporádicamente al área contraria.
En el 86, Kosienly marcó de cabeza, aprovechando un saque de esquina, y dio inicio a una recta final del partido con un dramatismo que pocos hubieran esperado.
El Bayern terminó pidiendo tiempo, llevando el balón a la banderola del saque de esquina para esperar a que pasasen los segundos y asegurar su clasificación a los cuartos de final. El equipo bávaro lo consiguió, pero estuvo cerca del abismo.