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La selección brasileña de fútbol arrancó su camino para revalidar el oro que conquistó en los Juegos de Río con una clara y convincente victoria por 4-2 sobre Alemania, en un encuentro en el que el atacante Richarlison presentó su candidatura al título de gran estrella del torneo olímpico con un triplete.

Poco o nada tuvo que ver el partido disputado este jueves en Yokohama con la final Olímpica que enfrentó hace cinco años a ambos conjuntos en Maracaná.

Si entonces Brasil, liderada por Neymar, tuvo que esperar a la tanda de penaltis para doblegar a los germanos, esta noche apenas habían transcurrido siete minutos de juego cuando los sudamericanos ya dominaban en el marcador (1-0).

De hecho, el equipo brasileño podría haberse adelantado un par de minutos antes en un fulgurante contragolpe conducido por Richarlison que Matheus Cunha no acertó a culminar.