Este lunes por la mañana, miles de fanáticos del fútbol despertaron con una noticia que parecía sacada de un portal dudoso: “Arjen Robben murió por una enfermedad respiratoria crónica”. La noticia, repetida en varias páginas de internet y compartida sin freno en redes sociales, aseguraba incluso que la familia del exfutbolista había confirmado el fallecimiento.
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Pero, como suele ocurrir en la era digital, lo que se presentó como un hecho no fue más que un rumor amplificado. Ni la Federación Neerlandesa de Fútbol ni la familia de Robben han confirmado la versión, y hasta ahora no hay evidencia que sustente el supuesto fallecimiento.
El caso de Arjen Robben no es aislado. En los últimos años, varias celebridades han sido dadas por muertas en redes sociales a partir de rumores sin sustento, creados para atraer visitas y generar tráfico en portales poco confiables. El mecanismo suele repetirse: un titular alarmante, una noticia sin fuentes verificables y una oleada de seguidores confundidos.
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Con Robben, la noticia corrió como pólvora. No era para menos: se trata de uno de los extremos más veloces y reconocidos del fútbol moderno, un jugador que marcó época. Por eso, la versión de su fallecimiento encontró eco tan rápido entre aficionados y portales deportivos.
El verdadero legado de Robben
Ahora bien, lo curioso es que, entre tanta confusión, lo que realmente quedó en evidencia fue el peso de su legado. Robben, nacido en Bedum, dio sus primeros pasos en el FC Groningen y se consolidó en el PSV Eindhoven, donde levantó la Eredivisie en 2003, el preludio de una carrera marcada por títulos y gloria internacional.
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Después, el mundo fue testigo de un viaje imparable: Chelsea, donde sumó títulos en la Premier League; Real Madrid, con el que se consagró en La Liga; y finalmente el Bayern Múnich, el club donde se convirtió en leyenda. Allí, durante una década, alzó ocho Bundesligas, cinco Copas de Alemania y, sobre todo, la Champions League de 2013, en la que anotó el gol que selló la victoria contra el Borussia Dortmund.

Su nombre también quedó grabado con la selección neerlandesa. Más de 90 partidos con la camiseta naranja, un subcampeonato en el Mundial de Sudáfrica 2010 y un tercer puesto en Brasil 2014 lo convirtieron en héroe nacional.
El retiro y la vida fuera de la cancha
En 2019, Robben anunció su despedida del fútbol profesional. Sin embargo, el amor por el deporte lo llevó a regresar brevemente en 2020 con el Groningen, su primer club, antes de colgar definitivamente los guayos en 2021. Desde entonces, se ha mantenido lejos de los focos mediáticos, aunque su zurda y sus regates siguen vivos en la memoria de millones de aficionados.

¿Murió o no murió Arjen Robben?
Por ahora, la respuesta es clara: no hay evidencia de que Robben haya fallecido. Todo apunta a que la noticia es una invención más de internet, una de esas falsas alarmas que circulan cada cierto tiempo sobre figuras públicas.
Lo que sí permanece inmutable es su legado: la velocidad endiablada, el amague hacia adentro con la zurda y los goles memorables que lo hicieron eterno en el fútbol europeo y mundial.