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El Mundial de Clubes se está disputando con temperaturas que en algunos casos alcanzaron los 40 grados centígrados en el verano estadounidense, una dificultad añadida para algunos equipos y una ventaja para otros, como el pequeño Auckland City neozelandés, que lo dejó claro: “El calor perjudica más a los rivales que a nosotros”.

“Me preocupa cero, porque es lo que hay”, resumió recientemente Xabi Alonso, técnico del Real Madrid, al comentar la exigencia climática, además que deportiva, de este torneo.

El Real Madrid jugó sus dos partidos de la fase de grupos a las 15.00 locales de Miami y Charlotte, con más de 30 grados y altos porcentajes de humedad. Las pausas de hidratación no fueron suficientes para evitar que algunos futbolistas sufrieran mareos. Uno de ellos fue Raúl Asencio, sustituido al descanso del primer partido del Madrid por esa razón.

La costa Este de Estados Unidos de Estados Unidos ha registrado temperaturas muy altas también en sus sedes de Orlando, Nueva York y Philadelphia, pero en el Oeste, donde se compite en Los Ángeles y Seattle, la situación no ha sido mucho mejor.

Si en Seattle las temperaturas estaban en torno a los 24 grados, en Los Ángeles el termómetro marcaba 40 grados cuando el Atlético Madrid y el París Saint Germain se midieron en su estreno en el torneo.

Este martes en Nashville, el Boca Juniors y el Auckland City tuvieron que competir a las 14.00 locales con más de 35 grados en el GEODIS Park.

El árbitro del encuentro, el sueco Glenn Nyberg, ordenó hasta cuatro pausas de hidratación, dos en la primera mitad y dos en la reanudación, para que los futbolistas pudieran coger aire.

Curiosamente, estas pausas de hidratación no solo se hacen en los campos con más altas temperaturas, sino también en estadios en los que se juega en condiciones ideales, como en el caso de Seattle.

Y es que los ‘cooling break’ del Mundial están patrocinados por ‘Powerade’, cuyo nombre aparece en las pantallas gigantes durante todos los encuentros.

A pesar de las altas temperaturas, muchos entrenadores han coincidido en destacar que sus selecciones están acostumbradas a competir con estas condiciones.

Es el caso del Al Hilal de Arabia Saudí así como del Auckland City de Nueva Zelanda.

“No es nada que no hayamos visto antes. Sí, es duro, pero no nos vino mal, creo que les vino peor a Boca”, dijo Paul Posa, técnico del Auckland City tras el histórico empate de su equipo, semi profesional, contra el cuadro argentino en Nashville.

“No es algo nuevo para nosotros. Es más, hemos estado en torneos disputados en sitios más calientes”, añadió.