Merece un castigo ejemplar. La salvaje patada que Jóider Micolta le propinó a Guillermo Paiva en el partido que Junior y América empataron 0-0 en el estadio Metropolitano, el sábado anterior, debe tener varias jornadas de sanción.
El atacante escarlata estuvo a punto de fracturar a su colega paraguayo. Por eso el árbitro Luis Matorel no dudó en mostrarle la tarjeta roja de forma inmediata, pero la gravedad de la desmedida acción exige un castigo drástico. No es fue una infracción cualquiera, casi acaba con la temporada del guaraní.
Afortunadamente, no se presentó fractura y solo se trata de un “esguince traumático de tobillo”, según el parte médico del club.
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“Ya se inició el tratamiento correspondiente para esta lesión. El tiempo de recuperación se determinará luego de realizar estudios complementarios y observar su evolución en los próximos días”, agregó la información oficial.
EL HERALDO conoció extraoficialmente que estará listo para jugar antes de los cuadrangulares semifinales.