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Por:  Rafael Castillo Vizcaíno

Sigue nostálgico. No paran las lágrimas de Jorge Luis Pinto desde que llegó a Santa Marta para asumir las riendas del Unión Magdalena. El santandereano de 71 años, que se caracteriza en su personalidad por su exigencia y carácter recio, se ha conmovido con su cuarto regreso a un club que lleva en el corazón.

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“Vine con el mayor gusto, un equipo que conozco perfectamente. Estoy feliz, si hubiera estado en tercera, volvería igual”, manifestó Pinto con la voz entrecortada y entre lágrimas, en medio de los aplausos del numeroso grupo de periodistas que se hizo presente.

Uno de los comunicadores que asistió, le expresó a Pinto su admiración y le contó que toda la capital del Magdalena se encontraba dichosa con su llegada y que estaba gestionando en el Concejo de la ciudad un homenaje en el que lo nombraran “hijo ilustre”.

“Muchas gracias. La vida es de retos, y este es un lindo reto. Vamos a salir adelante, vamos a ganar y vamos a unir fuerzas. Los jugadores, el cuerpo técnico, los directivos, los periodistas y, por supuesto, la afición. Los aficionados tienen que acompañarnos en el estadio, pero con buen comportamiento”, respondió Pinto ante la propuesta.

El reconocido y experimentado timonel recalcó en la importancia de que el Unión Magdalena progrese futbolísticamente y saque la garra samaria en la cancha y en la tribuna, que el estadio Sierra Nevada se vuelva un feudo inexpugnable como en los mejores tiempos en el estadio Eduardo Santos.

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“El Unión tiene que mejorar con la pelota, ser un equipo agresivo, que defienda la plaza, que vuelva a Santa Marta un fortín. Hay que montar esa mentalidad ganadora al jugador. Hay que enseñarle al jugador samario a que se mate en el campo de juego, que aquí cueste lo que cueste hay que ganar”

Durante la rueda de prensa le recordaron a Pinto cuando dirigiendo a la selección de Costa Rica llegó hasta cuartos de final del Mundial de Brasil-2014, donde solo quedó eliminado en definición por tiros desde el punto penal frente a Países Bajos.

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“La gente siempre me pregunta qué le dije a Robben cuando se acercó a abrazarme. Lo que la gente no sabe es que le dije que me dejara ganar, que él ya había ganado mucho”, dijo Pinto en medio de carcajadas. No todo fue llanto.