Titanes de Barranquilla pierde 83-76 ante Caribbean Storm de San Andrés y queda eliminado

No siempre se puede ganar. Algún día tenía que suceder. Era inevitable. Lo que nunca habían experimentado, lo que jamás vislumbraron después de siete títulos consecutivos, terminó pasando. Los Titanes de Barranquilla perdieron 83-76 ante Caribbean Storm de San Andrés y quedaron con ganas de avanzar a su octava final y levantar el título otra vez.

Dejaron todo en la duela. Los Titanes se esforzaron y lucharon hasta donde las fuerzas le dieron para mantener la hegemonía, pero Caribbean Storm, quizá su rival más enconado en siete temporadas de dominio absoluto, por primera ocasión pudo atravesársele en el camino hacia la gloria.

El conjunto sanandresano, con la efectividad del samario Andrés Ibargüen debajo del tablero, la habilidad del barranquillero Romario Roque, la experiencia del estadounidense Dominique Morris y el valioso aporte de los argentinos Nicolás Paletta, Roberto Acuña y Matías Solanas, resultó airoso este jueves en un Coliseo Elías Chegwin repleto de público y aliento.

En un partidazo vibrante y parejo, la afición trató de empujar a los anfitriones hacia el triunfo, pero los jugadores locales, que nuevamente sufrieron y se vieron debilitados con las lesiones, sucumbieron ante un digno adversario, que ya había hecho respetar su casa en el choque inicial.

Titanes, que tuvo que arreglárselas sin Soren De Luque, lesionado en el último duelo de cuartos de final, y sin los refuerzos argentinos que al principio de la temporada quedaron ‘out’ por inconvenientes médicos, volvió a padecer una baja vital en pleno duelo de la semifinal. Jesús Medina, que estaba enchufado, se tuvo que retirar por una dolencia.

El panameño Ernesto Oglivie, como siempre, se echó el equipo al hombro y mantuvo la competencia. El juego estuvo vivo hasta el tramo final del último cuarto, cuando el quinteto visitante tomó una distancia de diez puntos que supo defender.

Titanes falló muchos triples en momentos cruciales que pudieron acercarlo más a la igualdad. Solo acertaron cinco de 24 intentos (20%), tres de los cuales fueron de Oglivie, que cerró como el máximo anotador del juego con 28 puntos.

El antioqueño Andrés Carmona, especialista en lanzamientos triples, no pudo festejar en ninguno de sus ocho intentos.

Los argentinos Andrés Jaimes y José De Felippo dieron pelea y apoyaron a Oglivie, con sus penetraciones y asistencias, pero no alcanzó.

Mientras en el local sufría para hacer sonar la caja registradora, Caribbean Storm tenía un repertorio anotador más variado y contundente.

Roque, que suele lucirse contra el equipo de su tierra, del cual hizo parte sin tanto protagonismo, consiguió tres triples clave en siete intentos.

El currambero redondeó 18 puntos, mientras Ibargüen, su compañero también en la selección Colombia, anotó 19.

Morrison dijo presente con 15 conquistas y Solanas aportó 15, nueve a través de triples.

Titanes también estuvo flojo en los tiros libres, sobre todo en el último cuarto, cuando era necesario sostener apretada la desventaja. Su porcentaje de acierto en esa vía fue del 58%, mientras que la del visitante fue de 72 %.

Al final de cuentas, cuando sonó la chicharra y marcó la conclusión, la gente comprendió que algún día tenía que vivirse una eliminación y aplaudió con admiración a su equipo.