El freestyle, el fútbol que se vuelve arte

No es tan popular como el fútbol, el béisbol, el ciclismo u algún otro deporte tradicional. Muchos menos hace que las graderías de los sitios donde se realizan estos eventos estén con capacidad completa, pero sí que es una de las disciplinas más difíciles de practicar.

La capital del departamento del Atlántico no ha querido quedarse atrás en la promoción de este deporte, por eso ayer realizó un torneo en el barrio La Paz, en el que muchos jóvenes pudieron mostrar su habilidad, equilibro y destrezas con un balón número 5, que es el escogido para la realización de esta prueba.

No es sencillo tomar una pelota y ponerse a hacer ‘jugaditas’. Todo eso requiere de un buen estado físico, de técnica, destreza, habilidad, entre otras cosas, algo que han practicado por varios años algunos de los participantes que se acercaron a concursar en el certamen.

¿Qué es el fútbol freestyle?

El freestyle, o el fútbol al estilo libre, como también es conocido, es el arte de la autoexpresión a través de hacer malabares creativos con un balón de fútbol usando cualquier parte del cuerpo, excluyendo los codos y las manos. Esta combina trucos de balompié, baile, acrobacias y música para entretener a los espectadores y competir con los oponentes.

Esa es básicamente la definición de lo que es esta modalidad, que ayuda a tener una gran condición física y a mejorar la salud a través del deporte. Usualmente la música que se escucha cuando se hacen las maniobras es hip hop, rap y otros géneros urbanos, algo para que los jugadores puedan fluir de mejor manera y no pierdan mucho la concentración.

Freestyle como estilo de vida

Los que practican este deporte no son tan reconocidos como un jugador de Junior, ni como un cantante u actor, sin embargo, han encontrado un refugio en esta modalidad, que en la mayoría de los casos se ha convertido en una de las prácticas diarias en sus vidas.

Así le ocurrió a Miguel Ángel Navarro, quien a sus 22 años empezó a tener sus primeros acercamientos con esta disciplina cuando vivía en Amazonas, pero por problemas familiares se tuvo que trasladar a Barranquilla.

'Llevo cinco o seis años, aproximadamente, en este deporte. Desde que lo empecé, me ha traído buenas retribuciones en mi salud y en la economía. Lo que me motivó era que a mí me gustaba jugar fútbol, pero veía que se hacían varias jugadas lujosas y no sabía que era una disciplina aparte. Fui investigando, aprendiendo, lo fui conociendo y practicando con disciplina por bastante tiempo', manifestó el deportista.

'Fui a la selección Amazonas en fútbol, pero por problemas de familia me tuve que venir con mi mamá a Barranquilla. Después que conocí este deporte y me enamoró, me gustó. Quiero ayudar a mejorar esta disciplina, mostrarla a más personas, hacer que muchos entrenen. También deseo trabajarla con el área de la psicología, en la promoción de la salud mental y física mediante el deporte. Buscamos dar a conocer este deporte a muchas personas que no lo conocen', complementó.

Las mujeres también ‘gambetean’

La participación de las mujeres en muchos deportes que antes parecían exclusivos de los hombres sigue en aumento. El fútbol freestyle no es la excepción. Aunque no son mayoría, sí hay representantes que se encargan de dejar el género femenino por todo lo alto.

'Son muchas las razones que tengo para practicar esto, pero la principal es que quiero superarme a mí misma. Este deporte es complicado de aprender y eso motiva. Siento que es un reto para mí demostrarme que soy capaz y que puedo, y demostrarle a la gente que la edad no es una limitación', señaló Karen.

El freestyle no es de las disciplinas más conocidas a nivel mundial. Mucho menos en el plano nacional. No obstante, es una modalidad que quiere pisar fuerte y hacerse con un lugar entre el gusto de los colombianos. Por eso hay que darle una oportunidad al fútbol que se vuelve arte, una alternativa que pise fuerte en el país.