Al menos 14 potentes máquinas utilizadas para la minería ilegal fueron destruidas en un operativo conjunto realizado por Colombia y Brasil en el corazón de la Amazonía compartida, informaron este sábado fuentes oficiales.
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“Esta operación demuestra que no vamos a permitir el avance de la minería ilegal ni de las organizaciones criminales que impulsan la deforestación y la contaminación con mercurio en la cuenca amazónica”, afirmó la ministra colombiana de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Irene Vélez, citada en un comunicado de su despacho.
Los resultados de la acción conjunta fueron dados a conocer por la ministra Vélez durante la COP30 de cambio climático en Belém, Brasil.
Los “súper dragones”, maquinaria de alta capacidad destructiva, eran utilizados para la minería ilegal en los ríos Puré, Purité y Cotuhé, en el corazón de la Amazonía.
La información detalló que ocho de las dragas fueron destruidas en Colombia y seis en Brasil. También fueron inhabilitados 33 motores, tres remolcadores y una excavadora. Además, fueron incautados 4.800 galones de combustible, 2,5 kilogramos de mercurio, 25 bombonas de gas y una planta eléctrica.
Cada una de estas dragas destruidas podía extraer hasta 6.000 gramos de oro al mes.
El operativo reafirma la decisión conjunta de ambos países de frenar la devastación del bioma amazónico y enfrentar a las estructuras criminales transfronterizas responsables de deforestación, contaminación con mercurio y afectación directa a comunidades y ecosistemas, añadió la información.
Desde 2023, las entidades presentes en el territorio, con apoyo del Consejo Nacional de Lucha Contra la Deforestación (Conaldef), realizaron seguimiento continuo a las actividades ilegales en la zona para identificar, contener y judicializar a los responsables.
Con esta información se consolidó un operativo de alto riesgo que, el pasado 18 de noviembre, desplegó 92 uniformados de la Dirección de Carabineros y Protección Ambiental (Dicar), en coordinación con la Policía, la Fuerza Aeroespacial de Colombia, la Policía Federal de Brasil y el Centro de Cooperación Policial Internacional de la Amazonía.
La operación contó con tres helicópteros UH-60 de la Dirección de la Policía Antinarcóticos de Colombia (DIRAN), unidades entrenadas en selva profunda y apoyo aéreo binacional.
Esta acción impactó directamente las finanzas del Bloque Amazonas del EMC y de los Comandos de Frontera, una disidencia de las FARC que opera en varios puntos del sur de Colombia.
Durante la intervención se registraron hostigamientos armados que evidencian la creciente capacidad de reacción de estas organizaciones criminales.
La operación también evitó el vertimiento de combustibles y mercurio en un afluente que alimenta una zona que alberga especies emblemáticas como el delfín rosado, el jaguar, el manatí, el oso hormiguero y el mono tití.


