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El secretario de Guerra de Estados Unidos, Pete Hegseth, informó que la embarcación atacada por fuerzas estadounidenses en el Caribe el pasado 17 de octubre estaba presuntamente afiliada al Ejército de Liberación Nacional (ELN). Según el funcionario, la operación se realizó por orden del presidente Donald Trump y tenía como objetivo un buque “involucrado en el contrabando ilícito de narcóticos”.

“Durante el ataque, que se llevó a cabo en aguas internacionales, había tres narcoterroristas a bordo. Los tres murieron y ningún miembro de las fuerzas estadounidenses resultó herido”, afirmó Hegseth en una declaración oficial.

El secretario agregó que el ELN y otros grupos de narcotráfico serían tratados como “la Al Qaeda del hemisferio occidental”, y aseguró que Estados Unidos continuará persiguiendo a estas organizaciones “como los terroristas que son”.

“El ejército de Estados Unidos tratará a estas organizaciones como los terroristas que son: serán perseguidos y aniquilados, al igual que Al Qaeda”, sostuvo.

Petro responde y niega nexos del barco con el ELN

El presidente Gustavo Petro respondió a las declaraciones a través de su cuenta de X (antes Twitter), desmintiendo que la embarcación tuviera relación con el grupo insurgente. Según el mandatario, la lancha pertenecía a un pescador de Santa Marta y no a una red de narcotráfico.

“La lancha del pescador de Santa Marta no era del ELN, era de una familia humilde, amante del mar y de ahí extraía sus alimentos. Qué le dice usted a esa familia, explíqueme por qué usted ayudó a asesinar un humilde pescador de Santa Marta, la tierra donde murió Bolívar, y de la que dicen, es el corazón del mundo. ¿Qué le dice usted a la familia del pescador Alejandro Carranza? Era un ser humano humilde”, escribió Petro.

Tensión diplomática tras el ataque

El hecho ha generado tensión entre Bogotá y Washington, especialmente por las diferencias en torno a la identidad de la embarcación y la legitimidad del ataque.

Mientras Estados Unidos sostiene que se trató de una acción contra el narcotráfico internacional, el Gobierno colombiano insiste en que la víctima era un ciudadano civil dedicado a la pesca artesanal.