Roy Barreras está convencido de que el próximo presidente de Colombia saldrá de una coalición de centro-izquierda. Su nombre es una de las cartas de la baraja, pero –fiel a su estilo–, cauto y sagaz, aún no se lanza a la carrera. El exdiplomático y ex presidente del Congreso ya fijó su plan: esperar que se lleve a cabo la consulta del Pacto Histórico, de donde saldrá un candidato que después medirá fuerzas con líderes políticos del Frente Amplio (centro). Posterior a eso, tomará una decisión que parece estar cantada.
¿Qué lo motivó a iniciar este periplo por Colombia en pleno año electoral en un momento de tanta división?
Estuve 2 años por fuera del país y vuelvo como vuelve un pariente a la casa, a unir a la familia, a preguntar cómo está la tía, el sobrino, la abuela, los hijos. Mi familia es Colombia, es la de todos. Llevo tres meses sin parar preguntándole a la gente cómo se siente, cuáles son sus verdaderas angustias. ¿Qué opina de cómo salir del atolladero? ¿Qué ve y qué esperanzas tiene? ¿Qué frustraciones tiene? Y aprendo todos los días.
Pero también compartiendo con los lectores de EL HERALDO una certeza. Colombia y el Caribe, particularmente, tienen más oportunidades que problemas. Conozco los problemas y sé cómo resolverlos. Y son complejos. Hay un déficit fiscal enorme, hay una pérdida de control del territorio, la extorsión tiene azotada a Barranquilla y a Colombia.Para hacerlo, Luis, usted hace una pregunta clave. Esa misión país solo se logra con un país unido. Y eso implica que hay que cerrar las heridas del odio y hay que cerrar también las heridas sociales. Yo soy médico. Sé cerrar heridas.
¿Por qué cree que es posible cerrar ahora la herida? Se lo pregunto porque muchas personas del proyecto político petrista dieron un paso al costado.
Hace 3 años posesioné al presidente Petro y dije en ese discurso frente a los colombianos que el gobierno que empezaba debía ser para todos y todas los colombianos. Para los 60 millones, porque hay 10 millones de compatriotas afuera. Eso no se cumplió por la polarización. La confrontación no sirve, todo lo que divida al país hace daño y el hecho de que no se haya logrado esa unidad de Colombia no significa que no vayamos a hacerla ahora, al contrario, nos obliga a hacer la tarea, pero a hacerla bien.
¿Por qué cree que el presidente se ha quedado solo?
El presidente Petro tiene en todas las encuestas 38 % de popularidad, que significa 7 u 8 millones de personas que reconocen en él un líder popular auténtico. El próximo presidente o presidenta de Colombia será de centro izquierda, porque es esa combinación la que permitirá unir a Colombia sin odios y sin polarización.
¿Cuál es el plan de ustedes?
En octubre 26 habrá una consulta del Pacto, a pesar de que el pacto era con nosotros, los liberales, pero hoy el Pacto es Petro y en la opinión pública de izquierda. Entonces, acudirán a esa consulta los candidatos y candidatas de izquierda o petristas o como se quieran llamar. Quien gane esa consulta irá en marzo, una consulta más grande del Frente Amplio a competir quienes tenemos un origen liberal socialdemócrata.
¿Ya se decidió?
Si hay consulta, es muy probable que yo vaya. No he decidido hacerlo porque voy a esperar respetuosamente el resultado de octubre. Si en octubre sale alguien capaz de unir el país, no será necesaria mi participación. Pero si yo considero con los amigos que me acompañan que soy útil para unir este país y gobernarlo con un sentido de centro izquierda acudiré a la consulta del Frente Amplio.
¿En qué se distancia del Gobierno?
Este puede ser el año de Petro porque en este año ratificará el compromiso con la democracia para espantar los miedos que han sembrado algunos delirantes alrededor de él, que hablan de cerrar el Congreso, cerrar los medios de comunicación, reelecciones de 20 años.
Nada de eso va a ocurrir. Pero sí es también el año de Petro porque puede poner el acelerador y ejecutar que es lo que espera la gente, que le resuelvan sus problemas. Eso me distancia.Me distancia el método, la manera de gobernar. Primero, porque hay que unir y no dividir. Segundo, porque que hay que rodearse de un equipo de expertos. Quien llegue el 7 de agosto a las 3 de la tarde no tiene tiempo de curva de aprendizaje.
Tiene que saber resolver los problemas de Colombia. Lo que yo he hecho a lo largo de mi vida es resolver problemas. Estoy acostumbrado a hacer eso desde que trabajaba en urgencias en los hospitales, resolver un problema para salvar una vida. Y para eso se necesita experiencia y conocimiento. Usted no puede improvisar cuando está frente a un paciente moribundo. Y no puede improvisar cuando tiene una crisis fiscal o de salud o de seguridad.
Quien no sea capaz de recuperar la autoridad en el territorio, la fuerza legítima del Estado controlando las bandas criminales que tienen azotada Colombia es mejor que no gobierne.
La izquierda más radical no ve con buenos ojos que usted lleve las banderas del progresismo en 2026...
En esta gira, una de mis tareas, al contrario de lo que creen algunos, es convencer a las bases de la izquierda progresista de que no voten por mí, sino que voten en octubre por los candidatos y candidatas de izquierda porque necesitamos una izquierda fortalecida.
¿Tiene alguna preferencia entre los candidatos del Pacto?
No, yo no voy a interferir respetuosamente en ese proceso. Yo preferiría que fuera una mujer. Hay varias, muy buenas, pero hasta ahí puedo decir porque no quiero interferir.