La representante especial del secretario general de la ONU para Niñez y Conflictos Armados, Virginia Gamba, advirtió que “infancias enteras están siendo robadas en medio de la guerra”, en un informe que documenta 646 violaciones graves contra 513 menores en Colombia.
“Me preocupa el aumento del reclutamiento y la utilización de niños, así como los casos de homicidios y mutilaciones, la violencia sexual contra menores y los ataques a escuelas y hospitales”, expresó Gamba en el informe difundido este viernes en Bogotá.
Según Naciones Unidas, entre los crímenes figuran el reclutamiento y uso de 450 niños en el conflicto armado, la muerte o mutilación de 78 menores, y 33 casos de violencia sexual contra niñas.
La mayoría de estos casos fueron atribuidos a disidencias de las FARC, la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y la banda criminal Clan del Golfo.
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Además, la ONU verificó ataques a 42 escuelas y hospitales, así como el uso militar de 35 instituciones educativas en zonas de conflicto, y 24 casos de negación de acceso humanitario en territorios controlados por actores armados.
Estas cifras contrastan con los registros de la Defensoría del Pueblo colombiana, que identificó 541 casos de reclutamiento en 2024, con una alta concentración en el departamento del Cauca (suroeste).
En lo que coinciden las dos instituciones es en el “impacto desproporcionado” a comunidades indígenas y afrodescendientes, como calificó la representante del secretario general de la ONU, pues denunciaron que 195 de las víctimas eran niños indígenas y 47 eran de ascendencia africana, lo que supone un 46 % del total.
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Según la Defensoría, en lo corrido de 2025 contabilizan 21 nuevos casos, aunque se presume que exista un subregistro por temor a denunciar.
Ambos informes coinciden en que Colombia atraviesa una “grave crisis de protección infantil”, donde menores siguen siendo usados como combatientes, informantes o víctimas de violencia sexual.
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Naciones Unidas recordó que todos los niños reclutados “deben ser considerados víctimas sin excepción”, y urgió a fortalecer los programas de reintegración y reparación.
