En medio de la indignación y la consternación que embarga tanto a la comunidad del municipio de Anzá, en Antioquia, como a la familia de Wilson Eduardo de Jesús Royero Díaz, el médico barranquillero asesinado -presuntamente por su pareja sentimental- el pasado fin de semana, son, aunque pocos, significativos los pequeños detalles que se han ido revelando respecto a cómo habrían sido los últimos minutos de vida del profesional de 26 años.
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Tras darse a conocer el crimen, y luego de que se revelara que la principal sospechosa de lo ocurrido era Ximena Martínez, compañera sentimental de Wilson Eduardo, la madre de la víctima brindó una entrevista ante un medio de comunicación nacional, en la cual reveló que su hijo la llamó minutos antes de fallecer para decirle lo que, al parecer, fueron sus últimas palabras.
“Yo recibo una llamada a las 3:16 a. m. de mi hijo (Wilson), donde me dice que se está muriendo”, contó la mujer, identificada como Rosmery Díaz Meza, en diálogo con ‘Caracol Radio’.
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De acuerdo con Rosmery, en medio de lo que, según indican sus declaraciones, sería una videollamada, ella alcanzó a ver que su hijo se encontraba ensangrentado, pero no mucho más; pues, según indica la mujer, en ese preciso momento apareció Ximena Martínez e interrumpió la comunicación.
“Veo a mi hijo lleno de sangre, la señora le quita el celular a mi hijo. Yo le pregunto qué pasó y ella me dice que él se había caído y después cerró la llamada”, fue la declaración de la madre ante el medio de comunicación.
En medio de esta misma entrevista, Rosmery se refirió a la presunta asesina de su hijo, asegurando que estaba intentando enlodar el nombre de su hijo para poder quedar impune por lo ocurrido. “Ella se está defendiendo para poder quedar en libertad porque mi hijo no era una persona violenta. Él era un hombre tranquilo y esta señora ya venía con un proceso porque su pareja anterior ya había atentado contra mi hijo”, precisó.
Ahora bien, hasta el momento, las autoridades no han confirmado o negado la existencia de dicha videollamada del médico a su madre. No obstante, sí han revelado que cuentan con elementos probatorios que se encuentran analizando para determinar cómo sucedieron los hechos.
“Entre los elementos materiales está el arma blanca utilizada, que fue puesta a disposición de la Fiscalía General de la Nación (...) es un lamentable hecho de violencia asociada a temas personales”, declaró el coronel Carlos Andrés Martínez Romero, comandante de Policía Antioquia, sobre las pruebas en cuestión.
El caso
El médico barranquillero Wilson Eduardo de Jesús Royero Díaz, de 26 años, fue asesinado con arma blanca, el pasado 18 de agosto, en una vivienda ubicada en el municipio de Anzá, Antioquia. Según el dictamen forense de Medicina Legal, Royero fue atacado con arma cortopunzante en repetidas ocasiones.
De acuerdo a las autoridades, su pareja sentimental identificada como Ximena Martínez sería la principal sospechosa del crimen, por lo que fue detenida por la Sijín en el lugar de los hechos.
Aunque el joven barranquillero fue llevado a un centro médico, los galenos confirmaron su muerte minutos después de luchar por salvarle la vida.
Por su parte, Ximena Martínez fue llevada a la URI y presentada por la Fiscalía para la respectiva imputación de cargos en audiencia pública, pero la principal sospechosa se declaró inocente argumentando que actuó en “defensa propia”.
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El médico barranquillero egresó de la Universidad Simón Bolívar de la capital del Atlántico, destacándose por su dedicación, vocación de servicio y excelencia.
Las exequias se llevarán a cabo este miércoles 21 de agosto, desde las 12 del mediodía hasta la 1:00 p. m., en la ciudad de Barranquilla, donde fue trasladado el cuerpo de Wilson Royero.
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La familia del médico ha convocado a un plantón a las afueras del lugar de velación ubicado en la carrera 52 #61-124, Barrio El Prado, para pedir justicia por el asesinato de Wilson.
