Alto Comisionado para la Paz señala que tramitaron 'diferencias' con comunidades en desacuerdo con cese al fuego con el EMC y que 'no hubo amenazas' en su contra

En medio gritos y abucheos, el alto comisionado para la Paz, Danilo Rueda, dio a conocer el inicio del cese al fuego bilateral y la suspensión de acciones ofensivas entre la fuerza pública y el Estado Mayor Central, EMC. La tensión reinante antes, durante y después del anuncio obligó a la oficina del funcionario a aclarar 'los rumores, las tergiversaciones, las especulaciones y malentendidos' que se dieron alrededor del acto llevado a cabo en Tibú, Norte de Santander.

A lo primero a lo que hacen referencia es a que la decisión fue concertada previamente con el EMC –disidencia bajo el mando de alias Iván Mordisco- 'incluso antes del ingreso del alto comisionado para la Paz al recinto. El acuerdo entre las partes estaba siendo ultimado en detalles formales'.

A pesar de las arengas que se escuchaban durante la instalación de la mesa de diálogos y los pedidos airosos que le hacían, la oficina del Alto Comisionado para la Paz sostuvo que 'no hubo insultos ni amenazas de muerte ni acciones que pusieran en riesgo la vida e integridad' de Danilo Rueda.

Asimismo, reconocieron que hubo muchas voces disidentes frente al cese al fuego anunciado con el grupo armado, por lo que miembros del Gobierno se reunieron con representantes de comunidades de diversas regiones del país 'que se expresaron en total libertad aún en sus diferencias con nuestro Gobierno'.

Aunque no aclaran cuáles eran las 'diferencias' indicaron que 'abordaron y tramitaron' las reclamaciones planteadas por los voceros de las comunidades.

Finalmente, el Alto Comisionado también se refirió a los que están en contra de la paz total del Gobierno que se pueden servir de los 'malentendidos' para manipular 'en campañas políticas que pretenden desconocer fácilmente la apuesta de los colombianos y colombianas por la paz con justicia social y ambiental'.

'A partir de hoy las partes hemos tomado la decisión de parar la guerra y continuar con el Proceso de Paz iniciado entre el Estado Colombiano y el Estado Mayor Central de las FARC-EP', acordaron las dos partes, tras unos días de incertidumbre y dudas sobre su inicio por los encontronazos entre ambas partes, que aparentemente fueron superados en las reuniones que las delegaciones mantuvieron en Tibú, municipio de la convulsa región del Catatumbo.

El jefe de la delegación del Gobierno, Camilo González, explicó que las delegaciones permanecerán en Tibú durante toda la semana para seguir conversando con las comunidades y para tenerlo todo listo para el próximo 16 de octubre.

También confirmó que el cese al fuego se extenderá por tres meses hasta final de año.

La jornada del evento se alargó durante toda la mañana y no fue hasta entrada la tarde cuando finalmente las delegaciones tomaron la palabra y pronunciaron las frases que los asistentes tanto ansiaban: hay cese el fuego y se instala oficialmente la mesa de negociaciones.

La dilatación de los anuncios provocó un aumento de la crispación de los que estuvieron esperando durante cinco horas a 40 grados la noticia por la que viajaron durante horas, algunos incluso días.

Al escuchar las noticias, los ánimos cambiaron y los aplausos se sucedieron.