Luis Alfredo Garavito Cubillos, fue un pederasta, asesino en serie de niños y abusador sexual, más grande del mundo, quien falleció en horas del mediodía de este jueves 12 de octubre, a sus 66 años, por padecimiento de cáncer ocultar y leucemia. Sin embargo, pese a sus padecimientos de salud que incluso le impedían en ocasiones caminar, se había negado a recibir tratamiento médico desde hace varios meses pese a la insistencia de los organismos de control.
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De acuerdo con el delegado para asuntos carcelarios de la Personería Municipal de Valledupar, Ciro Pérez, el ingreso de Garavito a la Clínica Santo Tomás de esta capital, fue a las 11:45 a.m., trasladado por funcionarios del Inpec, quienes lo vieron en pésimas condiciones de salud.
'Ingresa y comienzan a hacerle los procedimientos y fue instalado en una habitación, el personal de la clínica vio la gravedad del asunto y comenzaron a hacerle todo lo humanamente posible por mantenerlo con vida, pero a la 1:20 de la tarde falleció', dijo el funcionario.
Explicó que como Ministerio Público continuarán realizando seguimiento al caso hasta que el cuerpo sea entregado a los familiares.
'El CTI de la Fiscalía hizo la inspección técnica del cadáver y vendrá la necropsia para conocer las causas finales de la muerte, pero lo que suponen los médicos por su experiencia es que sufrió un paro cardio respiratorio', relató Ciro Pérez.
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Una decisión personal
El funcionario del Ministerio Público indicó que, Garavito se había ‘abandonado’ a su situación, negándose rotundamente a recibir la atención médica que requería, sin embargo, cuando se ponía muy grave el personal del Inpec lo trasladaba a una clínica u hospital.
'Se le asistía en todo lo que necesitaba como medicamentos. En varias oportunidades hablamos con él y sus familiares, tenía un color de piel bastante amarillo, no recibía sol porque le daba miedo que los demás internos atentaran contra él. Cuando pedía ayuda se le daba. Leía mucho la biblia y me expuso cómo fue su vida y por qué hizo los delitos, no recibía visita y se desahogaba con los funcionarios que iban a realizar su trabajo. Siempre manifestó que estaba arrepentido por lo que había hecho, contactó a varias personas para pedirle perdón y con ciertas personas contó su vida para hacer algún tipo de historia, seguramente ahí también mostró su arrepentimiento', detalló Ciro Pérez.
Proceso penal
Garavito fue capturado el 22 de abril de 1999 y condenado a 1.853 años -suma de varias condenas- por los delitos de acto sexual violento, homicidio, acceso carnal violento y secuestro simple. Sin embargo, recibió tan solo 40 años de cárcel por ser la pena máxima contemplada en la ley colombiana para la fecha de la sentencia.
Ante la justicia, el 25 de noviembre de 1999, aceptó su responsabilidad en el asesinato de 140 menores, así como de algunas personas adultas en zonas de Colombia, Ecuador y Venezuela.
Recientemente su nombre había vuelto a ser tema de conversación debido a un libro publicado por el periodista Rafael Poveda, en el cual plasma los detalles de los crímenes que el mismo Garavito le contó en una entrevista con él en 2020.
Según la Fiscalía General de la Nación, Garavito asesinó a 172 menores de edad, de los cuales 138 tienen fallo condenatorio, 32 están en instrucción, uno en apelación y uno está para sentencia.
Por otra parte, el ente acusador siempre consideró que fueron más víctimas debido a sus propias confesiones ya que a mediados del mes de agosto de 2003 admitió haber asesinado a otras 28 personas: 23 niños y 5 adultos. Entre estos últimos, se encuentra un limpiabotas. Con esto, la cifra de crímenes sería de 200 personas. No obstante, se cree que Garavito pudo asesinar a 300 personas o más.
De los 40 años de prisión a los que fue condenado inicialmente había purgado una pena de 29 años, por lo que quedaba 11 años, sin embargo, al estar condenado en reiteradas ocasiones, su libertad no sería una realidad.
Al perpetrar cada crimen, Garavito se tomaba desde un sorbo hasta media botella de aguardiente o brandy, luego llevaba a sus víctimas a zonas apartadas, tras hacerles por días un seguimiento y ganarse su confianza. Después de amedrentarlos con un cuchillo, empezaba el ritual con el cual asesinó a cientos de niños. Los investigadores indicaron que mientras abusaba de cada niño, le iba propinando puñaladas, entre otras aberraciones, y finalmente le hacía una cortada profunda en el vientre o el pecho para que se desangraran e, incluso, los degollaba.
Su origen
Luis Alfredo Garavito Cubillos nació en Génova, Quindío, el 25 de enero de 1957, hijo de Manuel Antonio Garavito y Rosa Delia Cubillos.
Un estudio realizado por unos estudiantes de la Universidad Pontificia Bolivariana, poseía un trastorno antisocial de la personalidad, con múltiples síntomas como: ausencia de miedo, ausencia de remordimiento, sadismo, pedofilia, impulsividad, entre otras.
