La Democracia está mal, está muy mal, está más enferma que nunca, está en Cuidados Intensivos, ya no es la democracia de los Griegos, de Demos: Pueblo; Cratos: Gobierno, El Gobierno del Pueblo; ni la Democracia de Abraham Lincoln, “El gobierno del pueblo, para el pueblo, y por el pueblo” pero no debemos tratar de recuperarla de su mal, debemos rediseñarla, reinventarla, debemos cambiarla completamente.
Como es posible que el país más importante del mundo, la primera potencia mundial, haya elegido y haya sido gobernada durante 4 años por una persona de quien no gusta el mundo entero, no gustan los Estadounidenses y no gustan ni los mismos Republicanos, y que por razones de vanidad política, por soberbia y orgullo de no permitir el ascenso del Partido contrario al Poder, quieran imponer a una persona de su Partido Político en perjuicio de todos los ciudadanos incluidos ellos mismos de primeros, permitiéndose volver al calvario de los 4 años anteriores donde no sólo es el presidente quien se ha ganado la antipatía y aversión del mundo entero, sino toda la población Estadounidenses, llamémoslos Republicanos, Demócratas, blancos, negros, indígenas, propios o extranjeros, y se entre nuevamente en la inaudita expectativa de enemistar a su país con cuanto gobierno extranjero le provoque, permitirle aplicar con sus propios conciudadanos todas sus fobias y odios contra la clase media y baja, afroamericanos, latinos, indígenas, extranjeros, y cuanta persona no sea rubia y multimillonaria como él; permitirle la oportunidad de crear una tercera guerra mundial en vista de que en el período vencido no alcanzó.
Como es posible que se proyecte al mundo, que el presidente no solo de la mayor potencia mundial, sino el presidente del mundo, si así pudiéramos decirlo, es un tergiversador, difamador, calumniador, mentiroso profesional como si se tratara de algo bueno, como si se tratara de algo ejemplar. La Democracia está enferma, muy enferma, los Partidos no pueden estar por encima del bien común, no pueden estar por encima del bien de la nación…
Hector Asaf Quintero
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