Así que la denuncia penal de Argos contra Horacio Brieva es en mi concepto una bofetada de una empresa que considera que puede acabar con cualquiera que se interponga en sus intereses económicos, así sus contradictores tengan la razón y lo demuestren.
La Confianza es hoy uno de los activos más sensibles. No solo se ve afectada por incertidumbres presupuestarias o cuellos de botella normativos. También se erosiona cuando proliferan narrativas sin sustento, construidas sobre afirmaciones falsas, omisiones selectivas o juicios de valor sin evidencia.
Desde lo local, damos pasos globales. Y eso, como sociedad, nos exige algo importante: aumentar nuestro estándar. No solo en infraestructura o logística, sino en actitud, en civismo, en identidad. Porque el visitante internacional no solo verá calles limpias y salones ordenados. Verá cómo nos tratamos, cómo nos expresamos, cómo vivimos.
La salud está en cuidados intensivos y exige un tratamiento urgente de un Ministro experto en gerencia del tema, libre de cualquier enfermedad mental y desprovisto de un odio irracional capaz de producir un genocidio por descuido como lo describiría la pluma de García Márquez.
Es frecuente la realización excesiva o abusiva de procedimientos quirúrgicos o tratamientos estéticos, inclusive, en condiciones no aptas para la salud y con personal no idóneo para ello que terminan derivando en lesiones corporales o la muerte.