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Para proteger sus ecosistemas de un impacto ambiental y atendiendo recomendaciones adoptadas en el seno del Comité de Playas, el alcalde encargado de la ciudad Sergio Londoño, restringió el uso turístico de las playas de Barú. A partir de la fecha, sólo se puede usar este balneario desde las 7 de la mañana hasta las 5 de la tarde, y se prohíbe pernoctar en esta Isla, con excepción de los nativos.

El decreto en el que se adopta la medida precisa que la decisión fue tomada para proteger el ecosistema de Playa Blanca y para preservar las costumbres de nativos y pescadores, facilitar y favorecer el ejercicio del control y vigilancia ambiental, y evitar los daños ambientales.

También para garantizar la seguridad de los usuarios y mantener el equilibrio ecológico de ésta área protegida, y teniendo en cuenta el horario en el que los salvavidas prestan los servicios.

El decreto precisa que las playas son áreas de protección y conservación del Distrito, en especial, Playa Blanca, quien tiene un tratamiento especial por estar en zona de jurisdicción de Parques Nacionales, y por lo tanto el Distrito puede restringir el acceso o limitar las zonas de reposo y sus servicios turísticos. Las otras playas continentales e insulares de Distrito podrán usarse entre las 6 de la mañana hasta las 6 de la tarde.

Distrito se articula con Parques Nacionales

Con estas restricciones, la administración distrital, se articula con las medidas que en el pasado mes de julio tomó la entidad de Parques Naturales, cuando decidió prohibir temporalmente el ingreso por vía marítima de visitantes.

En esa oportunidad, la entidad atendiendo la preocupación de la Procuraduría General de la Nación, tomó esta decisión, en relación a lo que podía ser un acceso desmesurado de turistas a Playa Blanca, sobrepasando la capacidad de carga establecida para la zona de 3.124 personas.

Fue entonces cuando a través de la Resolución 0255 del 29 de junio de 2017, se 'ordenó aplicar restricción a los programas de transporte marítimo que hacen escala en el parque', tras la decisión del Ministerio Público que solicitaba tomar medidas ‘urgentes’, al evidenciar la problemática durante una visita al lugar.

Medidas desataron polémica

Y aunque las medidas generaron polémica y disparidad de criterios lo que se entiende es que hay una necesidad de proteger este importante destino turístico al que solo pueden ingresar 3124 personas.

Los primeros en rechazar las disposiciones fueron los operadores turísticos. Lo que fue considerado por Parques Naturales como una afronta, pues a juicio de esta entidad, los empresarios estaban llevando a los visitantes a su peor experiencia.

'La playa es hoy una vergüenza nacional, no podemos quedarnos cruzados de brazos sin hacer nada. Los operadores que su producto ecoturistico sea el mejor' sostuvo Julia Miranda Londoño, Directora general de la entidad en su momento.

Miranda Londoño puntualizó que en esa área turística, por día, puede haber entre 9.000 a 15.000 personas, y aclaró que vía marítima llegan 800 personas, 'el ingreso terrestre causa el mayor impacto y quiénes deben tomar las medidas de control son la alcaldía y como la Corporación Autónoma Regional'.

Según Parques Naturales, Playa Blanca enfrenta serios problemas de residuos sólidos relacionado con el desorden del manejo de las basuras. 'Hay gente que cocina en el área con fogata, hay gente que realiza vertimientos en la ciénaga de la franja de playas está recibiendo basuras'. Las construcciones ilegales también afectaron ese ecosistema, 'también están las tortugas marinas que llegaron anidar, los pastos marinos y los corales también'. La directora general aseguró que urge la creación de un muelle para que las embarcaciones lleguen ahí 'y no ocurra lo que hoy pasa, y es que está en riesgo la gente porque la lancha le pase por encima'.