El Heraldo
Edward González cruza la calle 72 con carrera 59. Mery Granados
Barranquilla

Las tareas pendientes de Barranquilla para ser más incluyente

Según la Secretaría de Salud del Distrito, a corte de 31 de octubre de 2019 se habían registrado 25.085 personas con algún tipo de discapacidad.  

Barranquilla registra avances en la accesibilidad y movilidad para personas con algún tipo de discapacidad; sin embargo, aún falta mucho trabajo por hacer, según los miembros de esta población.

El debate sobre el trabajo de la capital del Atlántico para ser una ciudad más incluyente se abre a propósito del Día Internacional de las personas con Discapacidad este 3 de diciembre, fecha impulsada por la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) desde el año 1992 –con el objetivo de informar y concientizar a la sociedad sobre la realidad y necesidades de esta población.

Paola Alcázar, directora de extensión y del programa Uninorte Incluyente de la Universidad del Norte, sostiene que no hay ninguna ciudad de Colombia que esté 100 por ciento en condiciones de accesibilidad y movilidad para personas con discapacidad. Sin embargo, destacó que Barranquilla empezó a hacer la tarea y se han logrado avances. Considera que este proceso seguramente tardará años y que la celeridad dependerá del mandatario de turno.

Según la Secretaría de Salud, a través del Acuerdo Distrital 0012 de 2015 se aprobó la política Pública de Discapacidad con enfoque de derechos e Inclusión Social 2015-2023, que durante una vigencia de ocho años asegure el goce de los derechos y deberes de las personas con discapacidad, sus familias y/o cuidadores. En cumplimiento de esta política, la Secretaría de Salud creó una unidad generadora de datos avalada por el Ministerio de Salud, la cual mediante un aplicativo denominado registro de localización y caracterización de personas con discapacidad-RLCPD vienen censando a personas con discapacidad que residen en la ciudad. A corte de 31 de octubre de 2019, se han registrado 25.085 personas con algún tipo de discapacidad.

EL HERALDO dialogó con tres personas en situación de discapacidad, quienes también coinciden con Alcázar en el sentido de que hay avances, pero todavía falta.

“Mi discapacidad no es un impedimento”

Edwar Andrés González Bautista, 27 años, tiene discapacidad visual adquirida. A raíz de un glaucoma perdió la vista. “A los 16 años fui perdiendo la visión y a la edad de 23 años la perdí”. Edward recuerda que esto sucedió cinco meses después de haberse casado con Eunisse Hernández Romero. Su discapacidad no ha sido impedimento para estudiar y lograr las metas que se propone. Actualmente es estudiante de último semestre de licenciatura en matemáticas.

“La discapacidad ha hecho que mi vida se convierta en superación de obstáculos cada día. Es decir, que ha sacado lo mejor de mí. Esto me ha ayudado a ver la vida de una manera diferente. Me aferro mucho a Dios”.

En su opinión, Barranquilla es para  que hubiese avanzado más en accesibilidad, pero considera que los andenes en algunos momentos fueron intervenidos de manera incorrecta, no brindando la accesibilidad adecuada. “El sistema de transporte masivo debería tener todos los criterios de accesibilidad y actualmente no cuenta con ello y disminuye la autonomía de las personas con discapacidad. Tanto la discapacidad visual, como la física, la auditiva y la cognitiva se ven un poco restringida en ese tema”.

Dice que si bien hay avances en materia de inclusión, se necesita más compromiso y cumplimiento. “Hay personas con discapacidad que tienen conocimiento para ocupar espacios dentro de las administraciones las cuales le daría mayor gestión a los temas de inclusión. Actualmente estos temas de inclusión están a cargo de personas que no son dolientes; entonces no lo ven con los ojos de la discapacidad y eso restringe un poco el avance”. Opina que la inclusión laboral necesita una transformación, pues las cifras siguen siendo alarmantes. “Para mí la discapacidad no ha sido un impedimento para desarrollarme como persona que labora normalmente. Me desempeñó en varias áreas”.

“Falta información en lenguaje de señas”
Marisela González usa a diario Transmetro.

‘Escuchando’ con los ojos y ‘hablando’ con las manos Héctor Pérez, un joven diseñador gráfico, egresado de la Uniautónoma y quien es además el presidente de la Asociación de Sordos del Atlántico, recordó cómo fueron sus primeros días de clases. Este joven oriundo de Aguachica, Cesar, y amante del dibujo técnico, recuerda que no fue fácil estudiar, pues la institución no cubría el servicio de interpretación y tenía que pagar este servicio más el semestre.

Según Pérez, para las personas sordas no es fácil el tema de la inclusión, ni el tema laboral porque todavía hay muchas “barreras actitudinales”. “Piensan que las personas con discapacidad no podemos trabajar o no podemos desempeñarnos laboralmente, pero ya se ha demostrado que somos personas que podemos aportarle a la comunidad”.

Desde hace siete años trabaja para que se visibilicen los derechos de las personas con discapacidad, de manera especial las personas sordas. “Me da felicidad el poder contribuir a un colectivo que tiene muchas barreras para la inclusión”, dijo Héctor. Considera que Barranquilla a nivel general ha mejorado, pues la ciudad está accesible en muchos aspectos, pero todavía no está completa.

“Faltan rampas en muchas edificaciones. Hay que tener en cuenta que la accesibilidad no es solo en la parte física. Por ejemplo, en el caso de nosotros, las personas sordas, una de las principales barreras de accesibilidad es la información y comunicación. Todavía hace falta información en lenguaje de señas.

Transporte y edificaciones deben ser accesibles
Marisela González usa a diario Transmetro.

Marisela González, una joven de 27 años y madre de un niño de 4 años, a diario sale muy temprano de su casa en silla de ruedas eléctrica, para tomar el Transmetro que la lleva hasta la institución donde realiza un curso. Hace nueve años Marisela sufrió un accidente que la dejó con una discapacidad en sus extremidades inferiores. Sobre la inclusión, esta joven auxiliar administrativo dijo que ha mejorado en Barranquilla, pero falta más en cuanto al transporte, pues hasta el momento sistema de transporte es el único que maneja ruta con accesibilidad a la población discapacitada. “Debería haber más porque Transmetro no tiene rutas en todos los barrios de la ciudad”. Aunque ella se desplaza sola en su silla de ruedas asegura que hay algunos lugares, como las clínicas, en donde no hay ascensores para llegar a un segundo o tercer piso. “Esto es complicado para las personas con discapacidad. Es importante  que en estas construcciones tengan en cuenta a las personas en esa condición. Pues somos seres humanos al igual que los demás”. En cuanto al empleo y obras nuevas dice que es importante que tengan en cuenta a las personas con discapacidad.

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