El Heraldo
Barranquilla

“La pandemia recrudeció mi depresión, pero me movilizó para buscar ayuda”

Alberto narra como, tras el confinamiento, su depresión y ansiedad se acentuaron.

Al inicio de la pandemia, Alberto vio el confinamiento como una oportunidad “perfecta” para alejarse de las personas, debido a que venía presentando un cuadro de depresión desde 2019 que lo llevaba a no querer tener contacto con el exterior. 

“Comencé a meterme más en mi mundo y a disociarme de lo externo, al punto de que mi cuarto era una oscuridad para que no hubiera día en mi cuarto, no quería saber más nada. Cada día ese autoconfinamiento se alió con el real, comencé a consumir alcohol solo en el cuarto, llegó un punto en que ni siquiera la relación con mi novia me interesaba y comenzaron los problemas”, comentó.

El alcohol se volvió un escape para él. En medio del trabajo desde casa consumía hasta 8 cervezas de litro, aunque en el fondo sabía que no estaba bien era su forma de olvidarse del pensamiento que le invadía su mente: “Otra vez lo mismo de ayer”.

Comenzó a desarrollar una especie de conducta antisocial,  puesto que al estar tan alejado de la mayoría de las personas o la sociedad y solo verse con su mamá y su novia, al salir a la calle después de varios meses, no sabía cómo comportarse, se olvidó de cómo interactuar con los demás.

“Comenzó a pasarme factura con unas depresiones muy bravas que se manifestaron con brotes de ansiedad. Tú no te das cuenta, pero prácticamente te estás matando y estás inconsciente de lo que te estás haciendo a ti mismo. Todo fue como una bola de nieve, al punto que era normal para mí alcoholizarme porque como estábamos  en pandemia y el mundo se estaba acabando, entonces matémonos también”.

Esas situaciones fueron causando desespero en él, y lo llevaron a buscar ayuda porque sentía que solo no iba a poder salir adelante. Fue allí cuando recurrió a profesionales y empezó el tratamiento para la depresión y la ansiedad que “ha ayudado mucho” a cambiar sus pensamientos negativos y las conductas que no estaban bien.

“Con el confinamiento, la depresión y la ansiedad se acentuaron. Me dejaron de importar muchas cosas de afuera, yo estaba en mi mundo y punto, así era como pensaba y por esos pensamientos tan absurdos me vi en la obligación de buscar ayuda porque eso va recrudeciendo y si uno le abre la puerta a esos pensamientos es peor”.

Desde su vivencia manifestó que bajo estas circunstancias es muy fácil caer en depresión y quedar hundido, ya que las cosas están dadas para que eso ocurra, pero enfatizó que si no se tiene a nadie alrededor que te quiera y se preocupe por ti, es necesario tomar conciencia y buscar personas que vean lo que quizás desde lo personal no se están viendo, porque de lo contrario cualquier persona puede echar a perder su vida entera.

“La pandemia recrudeció mi depresión, pero a su vez me movilizó a tiempo para buscar ayuda y está dando buenos resultados con el tratamiento. He tenido bajones de ánimos, no lo voy a negar, porque he tenido que dejar muchos malos hábitos que había creado, pero en esa lucha estamos, cero de bajar los brazos y rendirse porque ahí perdemos”, cerró.

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