“El israelí bailaba en el avión, porque venía al Carnaval”: pasajero
Tras siete horas de retraso los pasajeros aterrizaron a las 12:20 de la madrugada de ayer en Barranquilla. Extranjero que hizo la amenaza de bomba fue expulsado por Migración.
Visiblemente cansados y molestos se encontraban los pasajeros del vuelo 3134 de la aerolínea Latam pasada la medianoche de ayer en el aeropuerto Ernesto Cortissoz. Después de siete horas de retrasos en el itinerario de la ruta Bogotá-Barranquilla, fueron testigos del episodio donde el viajero israelí Yossef Brofen amenazó con “activar una bomba”, al parecer, en medio de una broma.
Según el itinerario, el vuelo debía llegar a la capital del Atlántico las 4:30 de la tarde del miércoles, pero fue finalmente a las 12:20 de la madrugada de ayer, cuando aterrizó en la terminal aérea.
Según Andrés Fonseca, uno de los pasajeros que provenía de Chile, la reacción del pasajero israelí se dio luego de que los operarios anunciaran que la aeronave tenía “una avería”, lo que mantuvo a los viajeros por hora y media en el avión.
“Nos dijeron que el avión estaba presentando una falla mecánica, y nos tuvieron esperando un rato. Fue cuando el israelí, que se encontraba en la parte de atrás el avión, gritó que iba hacer estallar una bomba. Yo pienso que él dijo eso porque ya estaba cansado de esperar ”, relató el viajero en las afueras del pasillo de desembarque de los vuelos nacionales del Cortissoz.
Otra pasajera del avión, que no reveló su identidad, señaló que tras lo sucedido con el hombre, de 49 años, la situación “fue peor”.
“Se agarraron del episodio del israelí para tapar las fallas que estaban presentando. Después de lo que pasó con el hombre, nos bajaron del avión para que la Policía y el personal de antiexplosivos realizaran la verificación del avión y la revisión individual de los equipajes”, narró.
Estaba alegre
La mujer recordó que el israelí, antes de decir lo del artefacto explosivo, “bailaba en el avión porque venía para el Carnaval de Barranquilla y todos nos estábamos riendo. Después se sentó y comenzó a decir “una bomba en la mochila, una bomba en la mochila”, y uno de los auxiliares del vuelo llamó a los de seguridad, y nos bajaron del avión”.
La mujer indicó que tras superar este inconveniente, como a las 5 de la tarde, “nos subieron de nuevo al avión, pero a los pocos minutos nos volvieron a bajar por nuevas fallas en uno de los motores del aparato. Allí decidimos que no abordaríamos otro avión y nos quedamos en la pista de aterrizaje hasta que varias personas (de la aerolínea) nos dieron solución”, explicó la pasajera.
De igual manera, la viajera señaló que operarios de la aerolínea intentaron reparar la segunda falla mecánica con los pasajeros a bordo.
Esta versión coincide con la entregada por otra pasajera, Diana Soto, quien señaló que tras superar el incidente del hombre y la primera falla mecánica, los subieron a otro avión y después les pidieron que desembarcaran de otra vez.
“Subimos dos veces al avión. Ya en la última, siendo como las 7 de la noche, nos bajaron y los pasajeros protestamos, fue cuando decidieron cambiarnos de avión”, relató Soto.
La aerolínea
Tras el incidente, la aerolínea Latam Airlines Colombia emitió un comunicado en el que explica que el retraso inicial se debió a que “una vez se realizó el abordaje, un pasajero amenazó con activar un artefacto explosivo, por lo cual se iniciaron todos los procedimientos de seguridad establecidos por la compañía”.
De igual manera, la aerolínea rechazó “tajantemente cualquier tipo de conducta que afecte la seguridad y tranquilidad de sus pasajeros”.
Por su parte, fuentes de Migración precisaron que el ciudadano israelí involucrado en una supuesta amenaza de bomba en el vuelo 3134 había ingresado a Colombia desde el pasado lunes 13 de febrero.
Por el incidente, Yossef Brofen salió expulsado hacia Israel en compañía de oficiales de Migración con la ruta Bogotá - Panamá - Estambul - Tel Aviv.
Indemnizados
Varios de los pasajeros que aterrizaron la madrugada de ayer en el Cortissoz recibieron por parte de la compañía una indemnización que consistió en la entrega de “90 dólares en efectivo ($258.390) y un bono de 120 dólares redimible para tiquetes aéreos.
“La verdad, el daño ya está hecho. Eso no cambiará lo ocurrido”, aseveró un pasajero, quien dijo que les explicaron que el bono de 120 dólares podrían utilizarlo en un lapso “no mayor a 11 meses”.
