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El alcalde de Barranquilla, Jaime Pumarejo, este fin de semana hizo seguimiento al plan de contingencia que está ejecutando la empresa Triple A para normalizar la calidad del agua que reciben los habitantes de la ciudad.

En un recorrido por los puntos que instaló la compañía sobre el río Magdalena y los cuerpos lagunares de Soledad, el mandatario constató los avances que, según dijo, en los próximos días deberán devolver el color habitual al preciado líquido.

'Estamos aquí para hacer las preguntas y obtener las respuestas que pide la ciudadanía', dijo Pumarejo.

El mandatario distrital se reunió con el gerente de Triple A, Jairo de Castro Peña, y su equipo técnico, quienes le explicaron, de manera detallada, el origen y los avances frente al problema, y posteriormente abordó una embarcación que, río arriba, lo llevó hasta los puntos de trabajo.

'Estamos trabajando día y noche con 130 hombres, en siete puntos estratégicos, que ya nos han permitido avances sustanciales', señaló el gerente.

El problema se originó por las lluvias frecuentes del último mes, producto de lo cual, los cuerpos lagunares que retenían con su capa vegetal los vertimientos de los canales pluviales se desbordaron de su lecho con una alta presencia de vegetación que terminó alterando el agua cruda que llega a la bocatoma del acueducto de Barranquilla.

Según indicó el alcalde, la empresa de servicios públicos está abriendo canales para que sea el agua de las corrientes del río, y no la de las lagunas, la que llegue a la bocatoma y que sea 'con mayor velocidad y presión'.

Es, dijo el mandatario, una obra hidráulica de gran tamaño y factura, apoyada en remolcadores y dragas con brazos de hasta 6 metros cúbicos por movimiento, 'lo cual garantiza la permanencia, calidad y, al mismo tiempo, rapidez del trabajo'.