Barranquilla tiene una forma diferente de contar su historia. Una alternativa a través de su arquitectura culta y de las cosas bien hechas. Del estilo republicano de las casas del Centro Histórico, de su influencia colonial y su expresión cosmopolita.
De allí fueron levantadas suntuosas edificaciones que hoy son testimonio material de una ciudad que fue y que no podrá volver a ser. Por su importancia, 17 de esas obras son consideradas monumentos nacionales. Es decir, Bien de Interés Cultural de Carácter Nacional.
Alberto Escovar, director de Patrimonio del Ministerio de Cultura, explicó en diálogo con EL HERALDO que estas ‘joyas’ intocables para Colombia hacen que 'una ciudad sea diferente y única ante las demás'.
'Hay regalos de tu pareja que son importantes solo para ti y que por más que lo expliques, nadie más lo va a valorar como tú. Lo mismo sucede con una ciudad. Hay sitios entrañables para Barranquilla –como La Tiendecita, por ejemplo–, pero no lo son para las demás ciudades. Diferente es con el Carnaval, cualquier persona se puede sentir tan colombiano con esa manifestación. Eso son los Bienes de Interés Cultural de Carácter Nacional', es la reflexión de Escovar.
Los bienes patrimoniales pueden ser declarados en diferentes niveles: municipal, distrital, departamental y nacional, que es el máximo existente. Esas decisiones son exclusivas del Ministerio de Cultura o del Archivo General de la Nación.
¿Para qué sirve eso? Principalmente para incluir a las ‘joyas’ en un Plan Especial de Manejo y Protección, una medida que busca promover la preservación del patrimonio arquitectónico.
Que se valore y no se destruya. 'Uno camina por El Prado y se da cuenta que en ese tiempo pensaron en el espacio público, en avenidas grandes, casas con jardines, en que entrara la ventilación naturalmente. Eso nos recuerda a los episodios que también hacen parte de nuestra historia y por eso debemos cuidarlos', dijo Escovar.
El Centro
En total, Colombia tiene 1.102 monumentos nacionales. Sin embargo, Barranquilla es de las pocas ciudades con un Centro declarado así. De los 1.122 municipios, solo el Centro de 46 son bien patrimonial a nivel país.
El Centro Histórico fue elevado a esta categoría mediante la Resolución 1614 de 1999. Esa zona comprende barrios como San Roque, Rosario, Centro y Barrio Abajo. En total, son 22 los bienes inmuebles que hacen parte del nivel 1 de conservación (nacional y distrital) y que están ubicados en el corazón de la ciudad.
Beneficios y perjuicios
Ser propietario de un patrimonio puede dar lugar a ventajas económicas, teniendo en cuenta que es tipo de inmuebles gozan de una exención del 90% sobre las facturas de Impuesto Predial y Valorización, establecida en el Acuerdo 033 de 2013.
Además, para los inmuebles de uso residencial que sean estrato tres hay un beneficio de asimilación que cobija los servicios de energía y agua, tal cual lo estipula el Decreto 0680 del 02 de octubre del año 2008.
El revés de esto, en muchos casos, es que al tratarse de una edificación antigua esta presente daños estructurales, lo que generaría altos costos a los encargados de mantener el inmueble.
'Son edificios mayores, achacosos, los materiales se han envejecido y requieren una inversión importante. Apoyar a los propietarios en esos casos es una decisión de las administraciones distritales', explica Escovar.
Esto último es el caso de un bien como el antiguo Banco Dugand, al cual un privado le ha invertido en este último año unos $300 millones. El edificio rendiría tributo al patrimonio, por lo sería un espacio cultural.
Estadio Romelio Martínez
La tribuna sombra de la cuna del fútbol en Barranquilla es considerada un monumento nacional desde 1995 mediante el Decreto 1802 del 19 de octubre, por representar la solidez y sinceridad del movimiento moderno en la ciudad. El escenario deportivo, ubicado entre las calles 72 y 74 con carreras 44 y 46, fue inaugurado en 1986 con el nombre de estadio Municipal y luego recibió el nombre de un destacado futbolista barranquillero. Fue hogar de equipos como Junior, Libertad, Sporting y Unicosta. También tapete de jugadores como el brasileño Edson Arantes do Nascimento ‘Pelé’ y escenario musical de artistas como el puertorriqueño Hector Lavoe. Actualmente está siendo remodelado de cara a los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2018. El diseño es obra del reconocido arquitecto Giancarlo Mazzanti.
Bar La Cueva
Para Barranquilla, el restaurante bar La Cueva, que fue fundado en 1950, es uno de los templos de las tertulias de escritores, artistas e intelectuales como
Gabriel García Márquez, Alfonso Fuenmayor, Julio Mario Santodomingo, Germán Vargas, Alejandro Obregón, Cecilia Porras, entre otros, quienes pertenecían al ‘Grupo Barranquilla’.
Hoy en día, este escenario cultural, ubicado en Avenida 20 de Julio, tiene exhibido algunas de las obras de sus contertulios más ilustres. Fue declarada patrimonio en 2003 mediante la Resolución 1605 del 28 de octubre. Además de ofrecer platos típicos del Caribe, actualmente La Cueva abre sus puertas a diversas presentaciones, lanzamientos de libros, videos, discos, tertulias e incluso, pequeños conciertos. Es reconocida, además, por ser escenario del Carnaval Internacional de las Artes.
Estación del Ferrocarril Montoya
Francisco Montoya fue un pionero de la navegación fluvial y en su honor se pone nombre a la emblemática estación del tranvía de estilo republicano, construida en 1871 por Railway and Pier Company. Fue terminal de pasajeros del Ferrocarril de Bolívar, que en ese tiempo garantizaba la más rápida conexión entre Barranquilla y Sabanilla. Según el historiador Theodore E. Nichols, esa obra hizo de la ciudad 'la reina de las importaciones y exportaciones del Caribe'. En cuanto a los detalles de la construcción, la historia describe que las vigas de madera y el entramado del techo se hicieron con pino canadiense y el hierro forjado de Inglaterra. Después de los 40 la estación perdió brillo y terminó siendo oficina, colegio y chatarrería. Fue declarado patrimonio por el Decreto 746 del 24 de abril de 1996.
Teatro Amira de la Rosa
El elegante Amira fue considerado patrimonio mediante la Resolución 1277 del 31 de agosto de 2006 porque la obra dividió en dos la historia de los escenarios culturales en Barranquilla. El puerto de óperas y zarzuelas está localizado en la carrera 54 con calle 53. Entre sus tesoros guardados se destaca el Telón de Boca 'Se va el Caimán', obra pictórica del artista español Alejandro Obregón y un piano de gran cola de Steinway. La obra fue iniciada 1963 gracias a la gestión de la Sociedad de Mejoras Públicas y a los recursos de la comunidad barranquillera. Sin embargo, fue inaugurada solo hasta el 1982, casi 30 años después, bajo el impulso del Banco de la República. En su momento fue ejemplo de ingeniería moderna en el país gracias a sus muros estructurales enteramente fundidos en concreto, el manejo de grandes luces en la cubierta, el desarrollo técnico de la tramoya y la novedad del foso de los músicos. Actualmente se encuentra cerrado y a la espera de restauración.
Iglesia de San Roque
El origen de este templo, ubicado sobre la calle 30 con carrera 36, se remonta hacia 1852, cuando la Cámara de la Providencia de Sabanilla hizo la división de Barranquilla en dos distritos parroquiales, de estos el que quedaba hacia el sur recibió el nombre de San Roque.
Cuentan las crónicas que a finales del periodo colonial, en una de las últimas calles del sur habitaba una familia de origen español que tenía un oratorio con una pequeña imagen del San Roque. Por esta razón los historiadores deducen que el nombre de este templo no fue caprichosamente escogido por la Cámara Provincial, sino que este obedeció a una tradición popular o a alguna circunstancia determinante.
El templo fue reconstruido a finales de 1899, cuando fueron levantados los planos para la nueva iglesia, luego del desplome del techo en 1867.
Luego de terminada su reconstrucción, fue consagrada por segunda vez el 19 de octubre de 1941 por el monseñor Francisco Ituriza, obispo de la comunidad salesiana.
Estación del Tranvía
Fue declarada Monumento Nacional junto al Complejo Cultural de la Aduana y la estación Montoya mediante el Decreto 2849 del 26 de noviembre de 1984. Funcionó inicialmente como terminal de pasajeros del ferrocarril y se reconoce como importante teniendo en cuenta los episodios históricos que contribuyeron al desarrollo de la comunicación y transporte en Colombia. La obra, ubicada en el Barrio Abajo, en la carrera 50B con calle 39, hace parte de una arquitectura antillana neo holandesa. En ese entonces, la estación era punto de encuentro para quienes tomaban aquel camino de carriles de hierro servidos por máquinas de vapor que unía a Barranquilla con Sabanilla. Se dice además que todo este conjunto armonioso y simétrico obedece también a una marcada influencia de la arquitectura de Las Antillas.
Antiguo Banco Dugand
La suntuosa edificación, de ornamentación propia republicana, fue uno de los bancos más importantes en Colombia durante la década de los 20. La obra es del arquitecto inglés Leslie Arbouin, quien también diseñó el edificio de La Aduana. El elegante Dugand, fiel al neoclasicismo francés, fue ocupado por el Banco de Colombia, el Banco de Bogotá y posteriormente por la Empresa Nacional de Telecomunicaciones (Telecom). Se caracteriza por cumplir con la estética más exigente de la época y por ejecutarse bajo los conceptos del estilo ‘colosal’. Por su riqueza arquitectónica fue declaro patrimonio bajo el decreto 2000 del primero de noviembre de 1996. Actualmente está siendo restaurado por un privado tras más de 50 años a la merced del comercio informal, teniendo en cuenta que funcionó también como almacén.
Hotel El Prado
El gigante republicano neoclásico y pisos ajedrezados fue construido en Barranquilla a finales del siglo XX. Según cuenta la prensa en aquella época, era el primer hotel con teléfono, baño privado y una piscina semiolímpica. Se trató, además, del primer complejo hotelero turístico de América Latina. Sus épocas doradas son recordadas por el siguiente lema, que se mantuvo como oficial por muchos años: 'Si no pudiese alojarse en él, sonríase al pasar'. Hace parte del patrimonio de Colombia desde 2004, por medio de la resolución 1640 del 24 de noviembre de ese año. Pese a la riqueza histórica que guarda, no todos los tiempos han sido dorados. En la década de los años 80 y 90, el recinto construido por la familias Obregón y Parrish, fue usado como lugar de operaciones para el lavado de activos y narcotráfico.
Edificio Caja de Crédito Agrario
Actualmente se conoce como la Torre Manzur. Está abandonado, y cubierto de polvo. El edificio consta de siete pisos y fue terminado en 1962, bajo el pulso de Fernando Martínez, uno de los arquitectos más reconocidos del siglo XX en Colombia. La declaratoria patrimonial se dio en 1995 mediante el Decreto 1802 del 19 de octubre, razón por la cual el Ministerio de Cultura no ha permitido la demolición de inmueble. La obra ha sido considerada como una pieza fundamental de la arquitectura moderna e incluso, obtuvo el Premio Nacional de Arquitectura el mismo año de su construcción. De la Caja Agraria, ubicada en la carrera 45#33-10, se destacan los espacios orgánicos utilizando planos curvos en interior y el reflejo en su interior de un detallado análisis de asoleamiento. Integra los estilos expresionista, orgánico, barroco y clásico.
Estadio Moderno Julio Torres
De este templo del fútbol, que fue el primer escenario de Colombia destinado a practicar fútbol, ya no queda nada. Fue el primero en acoger un partido de esta disciplina de forma organizada, en el año 1922, pero con el tiempo y el abandono, se cayó a pedazos. Actualmente, sin embargo, es objeto de obras de remodelación que ejecuta el Distrito y será lugar de las competencias de fútbol femenino durante los Juegos Centroamericanos y del Caribe. Antes había sido intervenido, pero en 1982. El Moderno está clavado en el alma del popular barrio Montes y su gramado ha sido testigo de las hazañas de grandes glorias como Roberto Meléndez y figuras más actuales como Teófilo Gutiérrez. El estadio fue declarado Bien de Interés Cultural de carácter Nacional mediante la Ley 1067 de 2006.
Edificio Nacional de Barranquilla
Esta obra es diseño del arquitecto alemán Leopoldo Rother y representa el movimiento moderno en Colombia, al tiempo que guarda los valores de la escuela racionalista del urbanista y teórico Le Corbusier, tal cual lo señala Carlos Niño Murcia en su libro Arquitectura y Estado. El plan general, según lo documenta el historiador y arquitecto Carlos Bell, era cuatro bloques paralelos dispuestos de modo diagonal respecto al trazado urbano. Es decir, tres oficinas de ocho pisos y sobre una plataforma y un cuarto bloque bajo otras dependencias. Hace parte del patrimonio de Colombia desde 1993, gracias al Decreto 1932 del 24 de septiembre. Está ubicado en la calle 40 # 44-80, localidad Norte Centro Histórico. Hoy día funcionan allí los juzgados civiles y de familia de Barranquilla.
Biblioteca Pública Departamental Meira del Mar
Por ser centro piloto de la cultura del Caribe y poseer un especial interés histórico, artístico, estético, plástico, arquitectónico, ambiental, lingüístico, bibliográfico y hemorográfico, la biblioteca Meira del Mar, construida en la década de los 50, ingresó al listado patrimonial mediante la Ley 889 del 7 de julio de 2004. El escenario de las letras está ubicado en la calle 38 #38B-21, al frente del parque San José y debe su nombre a la escritora y poetisa Olga Isabel Chams Eljach (1922-2009), más conocida como Meira del Mar, quien dirigió el templo de la lectura por unos 36 años. El complejo aglutinó a personajes como Gabriel García Márquez, Alejandro Obregón, Álvaro Cepeda, Germán Vargas y Alfonso Fuenmayor. De estilo Art Decó, la Biblioteca goza de salas de lecturas con tiflotecnología para sordo-ciegos con textos en escritura braille y un auditorio para proyectar cine, documentales y realizar diferentes actividades.
Edificio de La Aduana
Esta obra ha significado una muestra de la arquitectura republicana en Barranquilla, aún con su restauración. Por su valor estético y por representar la construcción de inmuebles neoclásicos en la ciudad, el Edificio de La Aduana ingresó al patrimonio de la Nación mediante el Decreto 2849 del 26 de noviembre de 1984. La obra fue un diseño del arquitecto inglés Leslie Arbouin, responsable también del Antiguo Banco Dugand. El bien, que se encuentra ubicado en la vía 40 con carrera 50, fue construido en 1919 luego de que las antiguas instalaciones aduaneras fueran consumidas por un incendio. Pese a la utilidad que tuvo, fue víctima del abandono, hasta su intervención en 1994. Actualmente funcionan allí la Biblioteca Piloto del Caribe, el Archivo Histórico del Atlántico, el Centro de Documentación Musical Hans Federico Neuman y algunas entidades como la Cámara de Comercio de Barranquilla.
Iglesia San Nicolás de Tolentino
Este templo es recordado por ser una de las iglesias del siglo XIX incluidas en el listado de pro-catedrales del Vaticano de esa época, que pudo ser la catedral de la ciudad. Sin embargo, no obtuvo ese título al ser objeto de sacrilegio por parte de seguidores liberales, quienes protestaban por el asesinato del candidato presidencial Jorge Eliécer Gaitán.
Luego de esto, los alrededores fueron invadidos por comerciantes y la obra se perdió entre la informalidad. San Nicolás, localizada entre las calles 32 y 34 y las carreras 41 y 42, ingresó al listado patrimonial mediante la Resolución 1166 del 29 de agosto de 2005.
Actualmente, aunque sigue siendo punto de encuentro de vendedores ambulantes, cuenta con espacios aledaños remodelados y mejorados, luego de la intervención del Distrito en 2011.
Antiguo Aeropuerto de Veranillo
Donde actualmente funciona la Escuela Naval de Suboficiales ARC Barranquilla, en la Vía 40 con calle 58, se realizaron los primeros vuelos en la historia de Barranquilla. Según lo documentado, se trató del norteamericano William Knox Martin piloteando un Curtiss Standard, construido en madera y tela. Con este biplano también se hicieron acrobacias aéreas en terrenos contiguos al barrio El Prado y en el Parque Once de Noviembre, una planicie a las afueras de Barranquilla. Se dice que en esa época se hizo una ruta semanal entre Barranquilla y Girardot en el Alto Magdalena, en el lugar donde hoy se cumple una formación naval-militar en la ciudad. El Aeropuerto de Veranillo hace parte del patrimonio de carácter nacional desde el año 2000, gracias a la Resolución 797 del 16 de junio.
El Prado, Bellavista y Alto Prado
Estos tres barrios han sido tradicionalmente exponentes de la arquitectura Art Decó y de la influencia francesa. Se trata de un urbanismo moderno en el que resalta el trazado vial, la conformación de manzanas y la división predial propio de la época. En total, hay 30 bienes protegidos en estos sectores (carácter nacional y distrital) como lo son el Teatro Amira de la Rosa, Hotel Majestic, Museo Romántico, C. C. Hotel El Prado, Casa de Meira del Mar, Monumento Cristóbal Colón, Monumento a la Bandera, Monumento los fundadores, entre otros. Todos, sin excepción, hacen parte del Plan Especial de Manejo y Protección que tiene el Distrito. Entre las principales características de estas obras, se resalta la arborización de sus calles, las amplias terrazas con jardines y el tinte del estilo neoclásico.




















