En menos de seis meses, la empresa Triple A logró reducir significativamente las pérdidas de agua potable en el sistema de Acueducto Regional Costero, uno de los más estratégicos para el abastecimiento del recurso en el departamento del Atlántico, gracias a la incorporación de inteligencia artificial, tecnologías avanzadas y un equipo humano altamente capacitado.
La compañía implementó la herramienta canadiense Pipers, un sistema de inspección en redes de acueducto en operación o en carga, que combina sensores acústicos y magnéticos de presión y velocidad con un visor GIS (Sistema de Información Geográfica). Esta tecnología ha permitido detectar conexiones irregulares y fugas no visibles en tramos específicos de la infraestructura, sin necesidad de interrumpir el servicio.
Uno de los hallazgos más importantes se registró en el tramo comprendido entre la estación de bombeo Delicias, en Barranquilla, y la estación de rebombeo Regional 2, en Tubará, donde se identificaron pérdidas cercanas a los 32 litros por segundo, atribuibles en su mayoría a conexiones ilegales y con lo que se puede abastecer a cerca de 5.000 familias. Esta cifra representa un 12% del caudal total de 273 litros por segundo que se transporta a través del sistema.
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Tras la desconexión y posterior reparación de las tuberías, las cifras se redujeron ostensiblemente. Actualmente la empresa mantiene intervenciones continuas con el objetivo de seguir disminuyendo las cifras.
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El gerente general de Triple A, Ramón Hemer, explicó que además de optimizar la operación, estos resultados marcan un avance importante en la lucha contra el robo de agua, una práctica tipificada en el Código Penal como el delito de defraudación de fluidos.
Señaló que esta herramienta se suma a un conjunto de tecnologías que Triple A ha venido incorporando para fortalecer la detección de fraudes, tales como macro medidores con telemetría, georradares, geófonos y medidores inteligentes, manteniendo operativos permanentes con cuadrillas especializadas y trabajando de manera articulada con la Policía Ambiental, la Policía de Vigilancia y la Fiscalía para judicializar a quienes manipulan de forma ilegal las redes.
“Este es un logro que nos llena de orgullo porque demuestra que la tecnología bien aplicada, cuando se combina con un equipo humano comprometido, da resultados concretos. Hemos recuperado un importante volumen de agua, pero también hemos recuperado la confianza, continuidad y eficiencia en la operación. Con Pipers pudimos tomar decisiones basadas en datos reales, intervenir tramos sensibles y desconectar tuberías instaladas de manera fraudulenta. Esto representa un alivio operativo ya que estamos recuperando el agua que le pertenece a nuestras comunidades”, afirmó Hemer.
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Desde el punto de vista técnico, Pipers está equipado con un sensor acústico de detección de fugas que registra el sonido del flujo mientras se desplaza por el interior de la tubería. Cuando el sistema detecta un cambio en la onda sonora que capta, generado por la presión del agua escapando por una grieta u orificio, lo identifica como una posible fuga, gracias a su contraste con el ruido de base. Esta tecnología permite ubicar con precisión las zonas críticas de pérdida, incluso sin necesidad de realizar excavaciones o suspensiones del servicio.
La implementación de esta herramienta también ha permitido anticiparse a futuras intervenciones, reducir riesgos operativos y minimizar interrupciones. Actualmente, Triple A es una de las dos únicas empresas en Colombia que utilizan esta tecnología, lo que la posiciona como un referente nacional en innovación aplicada al sector de servicios públicos.
Uno de los impactos positivos más notorios se ha evidenciado en el corredor turístico costero, especialmente en zonas de playa que históricamente registraban baja presión durante temporadas de alta demanda. Con esta estrategia de mejora sostenida, se ha logrado garantizar la continuidad del servicio y responder con mayor eficacia a los picos de consumo.