En carta dirigida al presidente Gustavo Petro, el Superintendente de Servicios Públicos, Yanod Márquez, presentó su renuncia irrevocable a su cargo que asumió desde el 25 de octubre de 2024, cuando reemplazó a Dagoberto Quiroga.
En la misiva, Márquez le agradece al mandatario por la oportunidad de hacer parte de este Gobierno y, al tiempo que reconoció que durante su tiempo al frente de esta entidad la tarea no fue fácil.
“No fue una tarea fácil, pues los entes públicos recibidos para su gobierno adolecen del efecto causado por largas décadas de adormecimiento del sentido de lo público y de la reorientación de los imaginarios profesionales hacia el simple oportunismo y hacia el favorecimiento de tendencias empresariales más cercanas a la captura de rentas que hacia un ejercicio consistente con el trabajo, la creatividad y la productividad”, se lee en la carta enviada al presidente.
Así mismo, afirmó que: “Sé que es muy endeble la permanencia en un gobierno sometido a crisis frecuentes por las dinámicas que induce la confrontación Gobierno-oposición”.
Márquez destacó que durante su corto trayecto en la Superservicio; hizo un esfuerzo en el aporte de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, con el cual se busca mejorar el sistema único de información y su aprovechamiento en procesos de inspección, vigilancia y control.
“Cuando culmine la implementación de los nuevos aplicativos, estos permitirán a los usuarios recibir respuestas y soluciones inmediatas a sus peticiones, quejas y reclamos”, explicó en la misiva.
Al tiempo, aseguró que deja encaminados proyectos para el rediseño de medidas de control, la imposición de planes de gestión y la implementación de procesos sancionatorios tipo comparendo para empresas infractoras.

Al referirse a la empresa Air-e, mencionó que será notable la ejecución de obras e inversiones en empresas intervenidas y una solución integral para Air-e.
Cabe anotar que los diferentes gremios del sector energético cuestionaron fuertemente su gestión en la Superservicios, especialmente por la manera en que afrontó la crisis financiera y operativa de la empresa Air-e.
Durante su administración, la deuda de Air-e con las empresas generadoras de energía pasó de 500 mil millones de pesos, antes de la toma de posesión, a 1,5 billones en la actualidad, sin que se adelantara una gestión efectiva para ponerse al día con los proveedores.
Asimismo, le reprochan no haber logrado, a través del Fondo Empresarial, inyectar recursos a las empresas intervenidas que están bajo la administración de la Superservicios.