Con cada gota de lluvia que cae en el departamento del Atlántico se reproduce en la cabeza de cientos de familias el episodio fatídico de la emergencia por ola invernal en el municipio de Piojó y en el barrio Nueva Colombia de Barranquilla en el año 2022, el cual generó afectaciones a más de 700 personas con el colapso de sus viviendas.
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Al día de hoy, los damnificados todavía esperan su reubicación pacientemente, sin embargo, el fenómeno de La Niña gana terreno en el territorio y pone en peligro las deudas pendientes por saldar en estos sectores.
Dalis Mendoza, residente en Piojó, sabe que el tiempo apremia, y por eso pide celeridad en las obras de reasentamiento en el municipio que son necesarias para mejorar la calidad de vida de su familia.
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“El proceso de reubicación ha tardado mucho, ya hay vecinos que vieron como su casa se caía pedazos y murieron hace poco sin ver cómo se levantaba una nueva vivienda para ellos. A los que quedamos nos tocó volver a las ruinas que dejó la ola invernal en nuestros hogares y reconstruir con mano propia, porque no tenemos para pagar un arriendo y donde vivir dignamente. En mi caso tuve que volver porque mi esposo se quedó sin trabajo, y lo único que tenemos es la casa que construimos con mucho esfuerzo hace más de 15 años que no cuenta con mucho por lo que se llevó el agua”, dijo.
A su vez, mencionó que siente temor por la llegada de las lluvias al departamento y una posible nueva emergencia.
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“En su momento pensábamos que se podía contener este tipo de emergencias por lluvias, pero ya vimos que la naturaleza es feroz y si no se toman las medidas correspondientes puede pasar algo nuevamente, esperemos que no, ya lo perdimos todo una vez, no soportaremos hacerlo nuevamente”, sostuvo.
Por su parte, Alexander Charris, otro de los afectados en el municipio, contó que hay muchas personas que están reconstruyendo sus casas debido a la falta de compromisos por parte de las autoridades.
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“Algunos están intentando levantar sus casas con cemento y arena, pero las rajas denotan el peligro que todavía hay en la zona y que se acrecienta con las lluvias. Estos días ha llovido muy fuerte en la zona y cuando llega la medianoche no sabemos qué va a pasar con nosotros y si vamos a tener donde dormir al otro día. Somos doble damnificados por la naturaleza y por la inoperancia del gobierno para darnos una vivienda digna”, comentó.
EL HERALDO trató de contactarse con la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo, y obtuvo información una posible reunión el próximo 8 de junio en Piojó para socializar los avances del proyecto de reasentamiento de las familias.
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Cabe recordar que el coordinador nacional del programa de reasentamiento de la UNGRD, Alexander Angulo, dio detalles a comienzos del año del plan de reconstrucción en el municipio de Piojó.
Entre los elementos principales del proyecto se destaca la compra de 65 hectáreas en el lote Guayabal, ubicado aproximadamente a 2 kilómetros del barrio Camino Grande, que resultó afectado por la emergencia.
Situación en Nueva Colombia
Carpinterías, criaderos porcinos, y salones de ebanistería. Varios de estos negocios quedaron entre los escombros de las viviendas que colapsaron a causa de las fuertes lluvias hace dos años en el barrio Nueva Colombia.
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Ronald Amaris, uno de los afectados por la emergencia, señaló que a pesar de los censos que se hacen en el sector no ha llegado la ayuda necesaria para reparar las pérdidas de la emergencia.
“Nosotros que fuimos los más afectados no tuvimos acceso a un subsidio, a mí me tocó alquilar en otra parte y luego volver hacia mi casa porque ya no tenía cómo mantenerme. Lo perdí todo con la lluvia, yo era uno de los propietarios de los talleres que habían en el barrio y que daban empleo a más de 20 familias, pero con el agua las herramientas se dañaron y la estructura colapsó. Fue una tragedia porque en el negocio teníamos muchos jóvenes que querían salir adelante con sus vidas y ahora se encuentran en las calles”, dijo.
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Además, Eliécer Pérez, mencionó que ha tenido que sobrevivir por cuenta propia ante la adversidades presentes por la emergencia por lluvias hace dos años.
“Si hay algo que tengo claro es que uno siempre tiene que buscar su acomodo y donde se pueda estar bien, en mi caso tuve que regresar a mi casa, que sufrió daños en cierta parte de la estructura, pero lo duro de regresar fue ver que no tenía la oportunidad de reponer todo lo que había como mi criadero de reproducción porcina. La lluvia dañó los corrales y nos tocó vender todo. Yo ahora mismo estoy intentando levantar la casa y duermo ahí todas las noches, y me toca estar pendiente de lo que pasa con la lluvia cada día que pasa”, manifestó.
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Entretanto, Yesenia López, madre cabeza de hogar, relató que lo único que pide es que las autoridades no olviden que existe Nueva Colombia en Barranquilla.
“Aquí no ha venido nadie a darnos solución por lo que pasó, nos tienen en un abandono y prácticamente esto se ha convertido en un pueblo lleno de tierra y escombros que no tiene doliente. Ojalá se acercarán así sea a ilusionarnos con algún proyecto, pero ni eso, entonces toca rebuscarse en lo que uno pueda para tener un arriendo y sustento diario. En mi caso yo ni puedo trabajar porque estoy incapacitada por mi espalda, así que hago miles de cosas a la vez para sacar mi propia casa otra vez adelante”, sostuvo.
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En total, 500 familias tuvieron que salir de sus casas aquel fatídico 5 de noviembre de 2002 por los daños que causaron las lluvias en las estructuras de sus viviendas y que dejó inestable el suelo del barrio Camino Grande en Piojó.
A la fecha, la información que se conoce es de una posible reubicación en unos predios que son propiedad de la administración distrital, pero no hay reportes del proyecto.
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Esta casa editorial trató de consultar a las autoridades para verificar esta información y no recibió respuesta.
La Niña viene con fuerza
El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, con base a los pronósticos del Ideam, informó que hay posibilidades de que el fenómeno de La Niña alcance los niveles históricos del 2010-2011.
En ese sentido, la ministra Susana Muhamad pidió priorizar, a través del Sistema Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, las zonas que pueden sufrir inundaciones, movimientos en masa, avenidas torrenciales, etc.
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Según el pronóstico del Ideam, se prevé que en el mes de julio se instale el fenómeno de La Niña en el territorio. Sin embargo, en el Caribe se podría tener una temporada de lluvias récord durante las próximas semanas.
