El gobierno de los Países Bajos ha tomado el control de Nexperia, una empresa neerlandesa de semiconductores que desde 2019 pertenece al grupo chino Wingtech Technology.
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La decisión forma parte de la llamada “guerra de los chips”, en la que las potencias occidentales buscan reforzar su soberanía tecnológica frente a China.
El ministro de Economía, Vincent Karremans, activó por primera vez la “Ley de Disponibilidad de Bienes”, una norma diseñada para proteger sectores estratégicos ante riesgos que comprometan la seguridad nacional.
Según explicó, la intervención responde a “una amenaza para la continuidad y la protección del conocimiento tecnológico esencial en territorio neerlandés y europeo”.
La medida implica que el Estado asume de facto el control de las operaciones de Nexperia, una compañía clave en la producción de chips utilizados por la industria automotriz y de electrónica de consumo en Europa.
¿Qué es Nexperia?
Nexperia, nacida de la escisión de NXP Semiconductors, fue vendida en 2017 por 2.750 millones de dólares a un consorcio respaldado por el gobierno chino.
Dos años después pasó a ser propiedad mayoritaria de Wingtech, grupo que ha sido objeto de creciente escrutinio internacional por sus vínculos con el Estado chino.
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A principios de octubre, una serie de fallos judiciales ya había limitado la influencia de su director ejecutivo, Zhang Xuezheng, suspendiendo su autoridad y asignando el control temporal a un directivo no chino con poder de voto decisivo.
Posteriormente, las acciones de la compañía fueron transferidas a una gestión de custodia, lo que preparó el terreno para la actual intervención gubernamental.
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Asimismo, Wingtech calificó la decisión como un “acto de interferencia excesiva motivado por sesgos geopolíticos”. La intervención en Nexperia es vista por analistas como un reflejo de la nueva era de soberanía tecnológica.