El hecho ocurrió en el estado Zulia, en Venezuela.
El sentenciado huyó e irregularmente ingresó a EE. UU., donde fue hallado por el CTI y desde donde fue deportado en 2023.
La niña era sometida a constantes maltratos desde que era pequeña.
El hombre fue imputado por el delito de secuestro simple agravado, cargo que no aceptó, y un juez lo envió a prisión.
Los detenidos deberán responder por crímenes que van desde tortura hasta abuso sexual, concierto para delinquir y secuestro. Los pacientes eran tratados bajo condiciones insalubres.