El líder supremo de Irán, Ali Jameneí, afirmó hoy, fusil en mano, que ese ataque contra Israel fue “el menor de los castigos por la agresión israelí” durante un rezo colectivo en conmemoración de Nasrala.
Los ataques de Israel han causado la muerte de casi 2.000 personas, muchos de ellos civiles, y han obligado a 1,2 millones de personas a abandonar sus hogares, principalmente en el sur y el este del país mediterráneo.
La boda estaba prevista para celebrarse en un prestigioso hotel de Jerusalén pero se vio interrumpida por las alarmas antiaéreas y tuvo que ser trasladada.
Cinco cuerpos fueron recuperados del orfanato Al Amal, en el oeste de la Franja.
El blanco del bombardeo era un alto comandante del grupo chií del que se desconoce su paradero.